Ejercicios de terapia física para niños autistas

La terapia acuática puede ser una forma benéfica de ejercicios para niños autistas.

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Según un estudio publicado en la revista "Fisioterapia Canada" en 2008, el ejercicio basado en la terapia física puede ser altamente benéfico para los niños con autismo. El estudio concluyó que una variedad de ejercicios de fisioterapia en realidad condujeron a una reducción a corto plazo en el comportamiento autista estereotipada en niños con trastorno del espectro autista. Discute la terapia física con el médico de tu hijo y el encargado de su caso, ellos te pueden dar asesoramiento profesional específico a la situación de tu hijo.

Autismo

Uno de cada 110 niños en Estados Unidos es diagnosticado con alguna forma de autismo.

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El trastorno del espectro autista es un trastorno del desarrollo que provoca que niño se comporte raro y a menudo de maneras inquietantes en reacción a su entorno. El autismo es bastante común y, según las estadísticas de 2010 de Centers for Disease Control and Prevention, uno de 110 niños en los Estados Unidos es diagnosticado con alguna forma de autismo. Aunque no existe cura para el autismo a partir de 2011, se han visto varios tratamientos para ayudar a disminuir las conductas asociadas con el autismo, incluyendo la terapia física que implica un ejercicio extenuante.

Autismo y ejercicio

Investigaciones han demostrado que la actividad física puede ser una forma muy eficaz de tratamiento del autismo.

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Algunas investigaciones han encontrado que la actividad física vigorosa puede ser una forma muy eficaz de tratamiento del autismo. Uno de estos estudios, publicado en 1982 en el "Journal of Autism and Developmental Disorders" encontró que las sesiones de trote generaban una disminución de los comportamientos auto estimulatorios y también conducía a un aumento del juego apropiado y de la respuesta académica. Una teoría sobre por qué el ejercicio disminuye este tipo de comportamiento es que las rutinas estructuradas y las actividades repetitivas como correr y nadar son similares a los comportamientos repetitivos asociados con el autismo y, por lo tanto, sirven como formas más constructivas de comportamiento de reemplazo.

Equinoterapia

La equinoterapia puede ayudar a mejorar el sentido del niño autista de su propio cuerpo en el espacio.

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La equinoterapia, también conocida como hipoterapia, suele ser parte de un programa más amplio de la terapia que consiste en equitación terapéutica. Este tipo de terapia ha demostrado ser particularmente útil para los niños autistas, ya que el movimiento rítmico multidimensional de un caballo refleja estrechamente el paso de la marcha humana. Un niño autista generalmente no utiliza una silla durante la hipoterapia, el Aspen Education Group explica en su página web que esto permite al niño sentir mejor los movimientos del caballo y conduce a una mayor conciencia de dónde está su cuerpo en relación con el caballo. De esta manera, la equinoterapia puede ayudar a mejorar el sentido del niño autista de su propio cuerpo en el espacio.

Ejercicios acuáticos

En la terapia acuática los niños autistas mejoran su rango de movilidad.

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Otra forma de ejercicio de terapia física utilizado para tratar el autismo es la terapia acuática, que generalmente se lleva a cabo en una piscina. La presión del agua caliente presionando contra sus cuerpos puede calmar a los niños autistas, proporcionando una forma relajante de entrada sensorial mientras los niños realizan ejercicios diseñados para mejorar el rango de movimiento y movilidad total. Como señala la terapeuta recreacional Laurie Jake, el agua tibia reduce el peso corporal en un 90 por ciento, disminuye la fuerza del impacto en el cuerpo, relaja los músculos y reduce la espasticidad, haciendo del agua "el medio ideal para hacer ejercicio o rehabilitar el cuerpo".

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