Step 1

Espera para colocar el grifo en los barriles de cerveza si apenas te los entregaron, o si los acaba de recoger. Permite que la cerveza se asiente por al menos 20 minutos antes de que coloques la llave. Hacerlo inmediatamente después de mover el barril casi garantizara el exceso de espuma.

Step 2

Revisa la temperatura del barril (especialmente si la va a servir en un barco restorán). Asegúrate de que el barril ha sido almacenado en una temperatura entre 36 y 40 F.

Step 3

Limpia las líneas. Hacer un mantenimiento de rutina con una solución clorada alcalina de limpieza semanalmente asegura que las líneas no van a estar engomadas. Enjuaga la línea con bicarbonato de sodio y agua. Entre más limpio esté el interior de las líneas, menor espuma subirá y saldrá por el grifo.

Step 4

Enjuaga el grifo. Limpia la boquilla del grifo con un cepillo pequeño y agua tibia. Lava la abertura con el cepillo por atrás y por adelante. Enjuaga con agua tibia. Repite hasta que no quede ningún residuo alrededor.

Step 5

Ajusta el regulador de dióxido de carbono. Coloca el nivel en 12 PSI (libras por pulgada cuadrada) para purgar el exceso de gas del barril.

Step 6

Revisado para asegurarte que el grifo está abierto completamente cuando estás sirviendo. Fallar en abrirlo completamente puede dar como resultado demasiada presión en la línea, lo que provocará demasiada espuma cuando sirvas la cerveza.

Step 7

Observa el nivel de la cerveza en el barril. Asegúrate de que no está vacío.

Step 8

Vierte la cerveza en el vaso en un ángulo de 45°. Endereza el vaso completamente una vez que esté lleno a la mitad y rellena lo que falta. Asegúrate de que la boquilla del grifo no está a más de una o dos pulgadas (2.54 o 5.07 cm) por encima del borde del vaso.