Cómo escribir tu primera rutina cómica de stand-up

Escrito por Kristen Bailey ; última actualización: February 01, 2018
John Rowley/Photodisc/Getty Images

Mucha gente cuando mira una rutina de un comediante stand-up suele pensar: “Yo podría ser más gracioso que ese sujeto”. Para ponerte enfrente de un público a contar chistes hace falta mucho valor, pero entre mejor preparado estés, más confianza sentirás. Si la gente a menudo alaba tu sentido del humor, o pareciera disfrutar con las historias y los chistes que cuentas, una carrera o un pasatiempo como comediante stand-up podría ser muy adecuado para ti. Más vale que te vayas volviendo insensible a las críticas de los demás, para que cuando subas a escenario, y puedas perfeccionar tu estilo después de un par de presentaciones.

Planea los primeros minutos de tu acto, porque estos serán los más importantes, y aquellos en los que necesitarás mayor concentración. Durante estos minutos, la audiencia determinará si eres gracioso o no, durante los mismos, debes encontrar tu nivel de comodidad con la audiencia particular para la que estás actuando.

Evita ser demasiado formulaico. Recuerda que la forma en que dices las cosas lo es todo. Pasa una buena parte de tu tiempo pensando como vas a decir los chistes y sus partes más importantes que en el contenido mismo de éstos. Cuando comiences a escribir, hazlo acerca de cosas que sabes. Incluye tus observaciones graciosas, tus opiniones más estrafalarias y los giros sorpresivos que les puedes dar a las palabras. Evita los chistes excesivamente largos o las preparaciones demasiado extensas. A la mayoría de las audiencias les gustan las satisfacciones instantáneas, así que reduce tus chistes para que no contengan demasiadas palabras. Si un chiste requiere de muchas explicaciones o justificaciones, entonces no es gracioso. Asegúrate de que la forma en la que cuentes el chiste sea concisamente descriptiva, tu intención es dibujar una imagen en la mente del público.

Toma en cuenta el "timing", es decir la oportunidad, el momento justo en que se deben decir o hacer las cosas para que causen gracia, también el tiempo que dura tu acto. Cinco minutos en el escenario deben abarcar de unos 20 a 30 chistes. Se necesitan apenas unas 400 palabras de texto para llenar un espacio de cinco minutos. Recuerda dejar algo de espacio para las risas. No querrás empezar a hablar cuando el auditorio aún se siga riendo. Aguarda a que se calmen las risas y entonces vuelve a hablar.

Mira muchos programas y shows de comedia. Visita clubes de comedia o mira algunos programas de televisión vespertinos. Si piensas que alguien es gracioso, fíjate en lo que ese alguien tiene que te hace reír. Podría ser su voz, el tipo de observaciones que hace, o simplemente la manera en la que dice las cosas. Si te gusta su estilo, trata de emular las cosas que más te gustan de él.

Presenta tu acto frente de tus amigos de confianza y grábate a mientras lo haces. Mírate a ti mismo en el video y vuelve a repetir el mismo acto una y otra vez hasta que te salga bien. Permite que tus amigos te den algo de retroalimentación y opiniones en cuanto a lo que les pareció divertido y lo que no. Si ellos no entendieron tus chistes, lo más probable es que el público en general tampoco lo hará.

×