Step 1

Da un golpe de aire caliente a tus zapatos con una secadora. Si el tinte se está destiñendo porque no ha sido adherido en su lugar a base de calor de forma apropiada, deja tu calzado bajo el calor de una secadora.

Step 2

Limpia el interior de tus zapatos con un paño húmedo para quitar las pequeñas cantidades de tinta que no estén en su lugar. Hazlo un par de veces; si el paño comienza a aparecer limpio, esto significa que es seguro usar tu calzado. Si no, continúa con el siguiente paso.

Step 3

Lava a máquina tus zapatos, si es que puedes lavarlos de esta forma. De esta manera quitarás tinte suelto, en especial de calzado hecho de lona o de otro material poroso. Usa agua fría para minimizar la pérdida de color y sólo quita aquello que no se haya adherido apropiadamente a la tela.

Step 4

Pon polvo en tus pies antes de ponerte el calzado. Usa talco en polvo, polvo para pies o almidón de maíz sobre tus pies secos y limpios. El polvo evitará que se acumule humedad al interior de los zapatos, lo que con frecuencia es un desencadenante de que el tinte se destiña de la tela. Pon un poco de polvo entre tus dedos, pues allí es donde se junta la mayor cantidad de humedad. También pon un poco en el interior del zapato.

Step 5

Aplica una capa de fijador súper resistente en el interior de tu calzado justo antes de usarlo. Espera cinco minutos antes de ponértelos para permitir que éste se seque completamente, ya que si está húmedo, podría causar que se destiña más tinte, en lugar de fijarlo en su lugar.

Step 6

Pon una capa de sellador flexible no tóxico y a prueba de agua en el interior de tu calzado usando una esponja de cocina. Trabaja en este procedimiento cuando éste esté limpio y seco. En su interior, frota el sellador para colocar una capa ligera. Sécala con una secadora y luego añade una segunda capa. Repite el procedimiento tantas veces como sea necesario, si el problema persiste.