El hígado

La función del hígado es metabolizar o separar los alimentos que comemos en partículas más pequeñas que las células puedan absorber y utilizar. Ciertas substancias, como las grasas y proteínas, son más difíciles de separar por el hígado. También metaboliza los medicamentos, como los antibióticos o los analgésicos. Estas sustancias pueden ser bastante pesadas para el hígado, especialmente con el uso crónico. Dándole algún tiempo sin estas sustancias, un hígado normal saludable puede corregirse a sí mismo y regresar a su función normal.

Función elevada

Uno de los principales determinantes de la función del hígado es medir los niveles sistémicos de las enzimas que el hígado produce. Cuando tiene un mal funcionamiento, estas enzimas están muy frecuentemente elevadas. El grado de elevación le dirá al veterinario qué tan enfermo está el perro y cuál es el mejor curso para el tratamiento. Las enzimas del hígado elevadas también pueden indicar cuándo se necesita una prueba más invasiva, como una biopsia de hígado. Probar el nivel de enzimas del hígado también es un indicador de qué tan bien está respondiendo al tratamiento.

Causas

Hay dos razones principales para una función anormal del hígado en el perro. La primera es una enfermedad hepática o un problema con la función del hígado en sí. La otra es el daño al hígado por medicamentos o toxinas. Ciertas enfermedades virales y bacterianas pueden provocar que el hígado funcione incorrectamente. Ocasionalmente la enfermedad dejará daño permanente, evitando para siempre la habilidad del hígado de funcionar apropiadamente. En el caso de que el medicamento produzca los problemas con el hígado, frecuentemente detener la medicación puede ayudar a que regrese a la normalidad. En el caso de toxinas o envenenamiento accidental, el cuidado de apoyo, como la hospitalización y los líquidos intravenosos, tal vez se requieran.

Síntomas

Los síntomas de un perro con problemas en el hígado son ictericia, fiebre, pérdida de peso, vómito, diarrea y anorexia. El hígado con una función incorrecta frecuentemente producirá exceso de bilis, lo que provoca la náusea e incluso el vómito. Sobre un período de tiempo más largo esto dará como resultado pérdida de peso. La ictericia es una pigmentación amarilla de la piel y las membranas mucosas. Es el resultado del incremento de la bilirrubina, una enzima del hígado, en el líquido extracelular. La ictericia está regularmente presente en la disfunción severa del hígado, así que, si notas este síntoma, tu perro debe ser visto por un veterinario inmediatamente.

Tratamiento

El tratamiento para una función incorrecta del hígado es regularmente multifacético. Primero se trata la causa de la disfunción. Esto puede significar el uso de antibióticos en el caso de una infección o cuidado de apoyo en el caso de toxinas. El perro también se debe de poner bajo la medicación del Denosyl que actúa para promover la salud del hígado. La dieta se ajusta regularmente para hacerla más baja en grasas y proteínas, lo que disminuye la carga de trabajo del hígado para metabolizar los alimentos. Los síntomas frecuentemente se resuelven mucho antes de que las enzimas regresen a lo normal, así que el tratamiento se debe de continuar después de que el perro parezca mejor.