Las diferencias entre la Unión Soviética y el occidente que llevaron a la Guerra Fría

Joseph Stalin fue una figura central en el camino trazado durante los primeros años de la Guerra Fría.

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Aunque no hay consenso sobre el punto en el que comenzó, si es que fue entre 1945 y 1948 después de la 2ª Guerra Mundial, o si fue la revolución Bolchevique de 1917, lo que sí es certero es que la Guerra Fría culminó en 1991 con la caída de la Unión Soviética. Este conflicto que duró varias décadas es recordado por sus periodos de extrema tensión y de un enorme potencial apocalíptico. Fue el miedo de una destrucción mutua asegurada lo que mantuvo los arsenales de la Guerra Fría con poco movimiento, aunque la pérdida de vidas en Vietnam, Corea y bahía de Cochinos fue por mucho el resultado de los intentos de Estados Unidos por contener el comunismo.

Ideología

El Partido Comunista Ruso logró derrocar al Gobierno provisional en octubre de 1917. El comunismo está basado sobre las filosofías socialistas enunciadas por Karl Marx en su "Manifiesto Comunista". A diferencia de los principios del libre mercado y el capitalismo practicados por los Estados Unidos, en la teoría el comunismo se ocupa de la propiedad estatal de la producción y la abolición de la propiedad privada y los negocios lucrativos, mientras que el capitalismo se preocupa fundamentalmente con la propiedad privada que genera riqueza. Los Estados Unidos tenían una democracia representativa, libre comercio, libertad religiosa y libertad de expresión y de reunión pacífica. La Rusia soviética creía en una serie de derechos individuales limitados y no permitía la formación de partidos políticos disidentes o la oposición al comunismo. Estas dos ideologías mutuamente excluyentes y fundamentalmente incompatibles fueron la fundación del conflicto entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.

Expansión del comunismo y el imperialismo capitalista

El premier de la Unión Soviética Joseph Stalin creía que el capitalismo y la democracia eran instrínsecamente imperialistas y podían expandirse por todo el mundo. El miedo de los Estados Unidos sobre la expansión del comunismo fue fundamental para basar su acercamiento agresivo en los años iniciales de la Guerra Fría. La primera "alerta roja" se dio en los Estados Unidos después de la Revolución Rusa de 1917, cuando después de bombardeos contra un funcionario público, muchos ciudadanos consideraron que el comunismo comenzaba a expandirse en los estados Unidos, aunque se levantaban sospechas en ambos lados. Con el establecimiento de la Doctrina Truman en 1947, que buscaba permitir a Grecia y Turquía el derecho a determinar sus propios destinos, se confirmó una activa campaña para contener la expansión del comunismo a nivel mundial.

Reconstrucción

Al término de la 2ª Guerra Mundial, y durante la conferencia de Postdam en 1945, los aliados no cedieron a la demanda soviética de exigir fuertes reparaciones de Alemania y en su lugar junto con la Unión Soviética decidieron dividir Alemania en cuatro zonas ocupadas, con la Unión Soviética en el este (donde se crearía la República Democrática Alemana) y los aliados en el oeste. En 1948, la Unión Soviética cortó el paso por tierra hacia el este, construyendo una zona limítrofe entre ambos lados. La Unión Soviética perdió su influencia sobre Yugoslavia principalmente a causa de esta división, que mucho tiempo después llevó a la purga de líderes potencialmente en desacuerdo por parte de Stalin. Esta división también llevó a la formación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una fuerza de seguridad internacional creada para ayudar a combatir la amenaza soviética. La Unión Soviética respondió con la creación del Pacto de Varsovia algunos años después.

El plan Marshall

Quizá la gota que derramó el vaso fue el Plan Marshall, que concretó la división entre la Unión Soviética y el occidente. En la búsqueda de ayudar a la reconstrucción de Alemania occidental y fortalecer las economías de la Europa occidental, así como impulsar el comercio, el Plan Marshall entregó billones de dólares a los países en reconstrucción, cada uno en búsqueda de esta moneda y acceso al comercio. La Unión Soviética percibió el plan Marshall como un acto de agresión y una expansión imperialista del capitalismo.

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