La historia de la industria manufacturera

La historia de la manufactura es tan antigua como el mundo mismo, ya que manufacturar significa fabricar a mano. Abarca la industria artesanal compuesta por artesanos individuales y llega hasta la producción en masa para el consumo en masa actual. La manufactura, sin embargo, no se trata simplemente de hacer que la oferta se corresponda con la demanda, sino que su historia involucra muchos logros tecnológicos, luchas políticas y males sociales.

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Artesanos

Durante mucho tiempo, los obreros diestros le brindaron a las personas lo que necesitaban. Los bienes podían ser personalizados para cumplir con la demanda o se podían construir en casa para utilizar en el domicilio o en la granja. El proceso continuó de ese modo hasta el siglo dieciocho.

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La Revolución Industrial

Dividida en dos periodos de productividad, la Revolución Industrial duró casi un siglo entre 1760 y 1850. La manufactura en base a máquinas, la energía a vapor y el desarrollo del arrabio y del acero quemado dieron lugar a una producción rápida de artículos a determinado costo.

La manufactura se puso a punto a través de mejoras en la máquina a vapor y la invención de la hiladora, un telar grande que aumentó la producción de ropa. La agricultura mejoró ampliamente a través de instrumentos agrícolas, conservación del suelo, mayor producción de alimentos y la capacidad de poder tener grandes rebaños de ganado. Estos avances resultaron en menos cantidad de granjas lo que derivó en una mayor población en las ciudades. El transporte mejoró a través de redes de canales y vías.

Uno de los desarrollos que posiblemente sea el más importante de la Revolución fue la invención de las piezas intercambiables. Esto fue desarrollado por Honoré Blanc en 1778 y fue llevado a Estados Unidos por Eli Whitney en 1798. Las partes intercambiables pasaron a ser parte de la realidad en 1816 cuando las máquinas empezaron a generar piezas idénticas.

La industrialización cambio la estructura familiar y social, con el desarrollo de grandes centros urbanos y de pueblos fabriles. Los obreros en ese entonces pasaban hasta 14 horas al día en las fábricas en vez de trabajar en sus casas.

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Síndicatos

Los sindicatos surgieron a partir de los primeros gremios. Para 1820, los sindicatos individuales se unieron por una causa común, días laborales mucho más cortos y mejores condiciones. La ley Clayton de 1914 le permitió a los trabajadores crear de manera legal sindicatos y en 1955 se formó la AFL-CIO (Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, por sus siglas en inglés) para terminar con las peleas entre las distintas organizaciones. Hubo una decadencia bastante continua en la cantidad de miembros en los sindicatos a partir de la década del sesenta, a causa de mejores condiciones y la creación de puestos de trabajo como fuente secundaria y no principal de ingresos.

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Henry Ford

El fabricante de coches Henry Ford hizo que sus fábricas fueran lo más eficientes posible a principios del siglo veinte. Ford creó las cadenas de montaje, con movimientos repetitivos y la división de trabajo, lo que le daba a cada empleado tareas específicas para realizar a lo largo de la cadena. Pagaba sueldos más altos que los que ofrecía la competencia para que sus empleados pudieran comprar sus coches.

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Eficiencia productiva

En la década del sesenta, la compañía de vehículos Toyota Motors Corporation mejoró el sistema de Henry Ford reduciendo los desperdicios, aumentando la eficacia y buscando los aportes de los empleados para mejorar la producción. Esto llevó a una mayor dependencia en la automatización para recortar costos, ya que las máquinas no se toman recesos, no cambian de turno, no son asalariadas ni tienen beneficios. Toyota agotó las existencias que tenían de sobra, ya que vendía los productos poco después de haberlos construido, lo que bajó también los costos de almacenamiento y generó flexibilidad para poder satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores.

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Recursos naturales

La búsqueda de recursos naturales, especialmente de metales, madera y petroleo, cambió el panorama político, ya que las potencias industrializadas buscaban acceder a estos materiales. A partir del siglo 16, comenzaron a expandirse hacia el continente de América y comenzaron a reclamar territorios en África, Asia y en Oriente Medio, como también en el Pacífico Sur. Esta expansión resultó en un comercio mayor con potencias establecidas y a su vez llevó a que haya un mayor acceso a los mercados nuevos y fuentes económicas de trabajo. Esta expansión llegó a su pico mayor durante la Revolución Industrial, pero continúa hoy en día, ya que las empresas buscan mano de obra barata y recursos abundantes en Asia, Europa del Este y América Latina y del Sur.

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