Historia de los pendientes

Los pendientes son un accesorio con mucha historia.

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Chucherías, aretes y cuentas han adornado las orejas humanas por más de 5 siglos. No todos, sin embargo, han tenido como propósito la moda. Aprende cómo los peinados, los sombreros, el hedonismo, la economía y los medios han contribuido a la evolución y popularidad de este accesorio conocido como pendientes.

Historia

Las orejas perforadas hicieron su debut en el medio oriente, hacia el 3000 A.C., y su objetivo era mostrar a los extraños un vistazo rápido de la religión o identidad política o tribal del usuario. Los pendientes también eran un indicador del estatus social en la comunidad y se usaban para denotar el orgullo de los poderosos, y también como etiqueta de vergüenza a inferioridad para los esclavos. Originalmente, se fabricaban en metales blandos que pudieran doblarse, aplanarse y torcerse para lograr diseños únicos. Eventualmente los pendientes se convirtieron en un artículo más elaborado hacia el siglo II D.C., cuando se introdujeron las gemas surtidas. Durante la edad media en Europa, la moda de lujo había atrapado a la elite de la sociedad y se manifestaba en sombreros gigantes, pelucas altísimas y cuellos altos, una combinación que oscurecía cualquier tipo de ornamentación que colgara de las orejas porque ésta se enredaría en telas y voluminosos mechones de cabello. Con la evolución de los escotes y peinados más discretos en las cortes italianas del S. XVII, los pendientes volvieron a ser populares y un accesorio que una dama caprichosa podía exigir a su marido para mantener su lujo frívolo. Un siglo más tarde, sin embargo, los aretes volvieron a pasar de moda con el advenimiento de los bonetes que enmarcaban la cara y abrazaban ambos lados de la cabeza con sus anchas fajas. En el siglo XX, el cabello elegante peinado hacia atrás en un rodete o recogido por encima de la cabeza no solo deleitó a los joyeros una vez más, sino que llevó a la innovación de los pendientes sin perforaciones, que se consideraban más higiénicos. El auge de las industrias del cine y la moda colocaron a los pendientes en su fama máxima, con mujeres de todas las edades tratando de emular a las estrellas de cine y las chicas de portada que sabían qué accesorios utilizar. Para los hombres, la opción de usar pendientes data de antes de los tiempos bíblicos, y en tiempos más recientes, están asociados a piratas y exploradores.

Función

Las personas usan pendientes hoy en día por motivos meramente decorativos, ya que ayudan a enriquecer un atuendo, usando colores que hagan juego o contrasten con la ropa. Los metales, principalmente oro y plata, se complementan con collares, pulseras, anillos, relojes y broches que el usuario selecciona como accesorios. Los pendientes también dan una expresión del gusto personal en el arte, y pueden estar hechos de madera, plástico, plumas, cerámica, goma, conchas e incluso comida como pasta, habas secas o semillas. Los pendientes pueden incluso hacer declaraciones políticas, sociales o religiosas al representar propaganda de campaña, cruces o "cintas" en apoyo a causas como el ejército, la conciencia sobre el cáncer de mama o la empatía por las víctimas del SIDA. Los hombres que usan un pendiente pueden reafirmar que son homosexuales o heterosexuales, dependiendo en qué oreja lo usan.

Tipos

Las perforaciones incluyen orificios en varias partes de la oreja para insertar barras o anillos metálicos. En su mayor parte, los orificios son permanentes, pero se cerrarán gradualmente si no se usan pendientes. Los pendientes tipo "clip" son desmontables y tienen una bisagra que toma la oreja delicadamente, y en el caso de los pendientes con tornillo, este puede ajustarse para ajustarse en el lóbulo. Los pendientes magnéticos tienen dos piezas, una frontal y una posterior que se sostienen juntas por magnetismo. Los aros colgantes se extienden una o dos pulgadas (2,5-5 cm) por debajo del los lóbulos, y aquellos para ocasiones formales usualmente contienen una gran cantidad de piedras (verdaderas o falsas). Las argollas recuerdan a anillos y vienen en varios tamaños; los más grandes recuerdan al estilo gitano. Los hilos y agujas para orejas son palillos plásticos con cadenas cosidas para los más osados. Los pendientes adhesivos tienen bandas adhesivas y normalmente se usan una sola vez como un accesorio novedoso. Las esposas para orejas son bandas metálicas o plásticas que se enganchan en distintos sitios de la oreja.

Tamaño

Los aretes pueden tener tener cualquier tamaño, desde gemas o piezas metálicas pequeñas como la punta de un lápiz hasta pendientes tan grandes como el espacio entre la oreja y el hombro. En las civilizaciones primitivas, como en algunas partes de África, se aplican pesos sucesivamente más pesados en las orejas de las niñas para agrandar sus lóbulos con el tiempo, para alcanzar su concepto de belleza femenina.

Advertencia

Mientras que no existen peligros en usar aros sin perforaciones, las orejas perforadas sin la experiencia de un profesional pueden infectarse. En los 60's y 70's, por ejemplo, un gran número de chicas jóvenes terminaron en el hospital con horribles infecciones bacterianas a causa de perforaciones caseras realizadas con una aguja sin esterilizar y una papa cruda. Los riesgos adicionales incluyen reacciones alérgicas inesperadas a los metales de joyería, y el peligro de engancharse un pendiente con la ropa o que sean arrancados al practicar deportes.

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