Cuando los niños pequeños aprenden su nombre y son capaces de reconocerlo y escribirlo, desarrollan confianza en sus propias capacidades. Al mismo tiempo, están demostrando el conocimiento del alfabeto y formas rudimentarias de la lectura. Ellos pueden aprender a leer y escribir sus nombres con actividades divertidas tanto en la escuela como en el hogar.

Canción del nombre

La canción del nombre es una actividad introductoria para ayudar a los niños a familiarizarse con el sonido y la ortografía de su nombre. Se utiliza la melodía de la canción "Bingo" y la letra se ajusta al nombre del niño, tal como "Hay un niño que conozco bien / Y Noé es su nombre oh / NOE, NOE, NOE / Y Noé es su nombre, oh".

Reconoce tu nombre

Los niños necesitan ver primero cómo se deletrean y se escriben sus nombres para poder reproducirlos posteriormente. El maestro y los padres deben exponerlos a las letras de su nombre. Esto se puede hacer al conseguir que los niños "firmen" cada día en la clase mediante el uso de un libro de registro de clase o haciendo que escriban sus nombres en las tareas, proyectos y dibujos, tanto en la escuela como en el hogar.

Traza tu nombre

Trazar su nombre ayuda a los niños a acostumbrarse a la escritura de su nombre y al mismo tiempo practican la escritura a mano. Ellos llegarán a asociar sonidos con las letras mientras el maestro o el padre les va ayudando poco a poco a trazar las líneas de su nombre mientras pronuncian cada letra. Con práctica, los niños podrán aprender a escribir su nombre por su cuenta.

Mi nombre es especial

"Mi nombre es especial" es una actividad que pone el nombre del niño en un contexto histórico o social más amplio. Por ejemplo, los estudiantes pueden aprender el significado específico de su nombre o bien pueden ser informados de los personajes históricos o bíblicos famosos que llevan el mismo nombre. De esta manera, despertaran interés en su propio nombre, lo que mejorará su recuerdo y aumentara su autoestima.