Ideas para enseñar a niños inquietos

Los niños acostumbrados a jugar afuera pueden tener dificultades para quedarse quietos en la escuela.

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Los niños pequeños son bien conocidos por su amor por hacer líos, ensuciarse y jugar juegos, por lo que no debería ser una sorpresa que muchos niños tengan dificultades para quedarse quietos en la escuela. Si un niño sufre de un trastorno de hiperactividad o de atención o simplemente se siente aburrido, puede que él se mueva en clase en lugar de prestar atención. Como educador, tu trabajo consiste en ayudar a los estudiantes a aprender a pesar de su comportamiento inquieto y excitado.

Ve afuera

Pasa afuera tanto tiempo como sea posible. Realiza una corta búsqueda del tesoro para enseñar a tus alumnos una lección de ciencias sobre hojas, ve a una caminata por la naturaleza para pasar tiempo hablando de hábitats naturales o pretende ser diferentes animales que juegan en el pasto. Quema un poco de energía con tus estudiantes para ayudarles a mantener la calma y sentirse más relajados una vez que estén de vuelta adentro.

Realiza actividades físicas

Incorpora actividades prácticas en el aula en lugar de basarte únicamente en los libros de texto. Si enseñas una lección de historia, deja que tus estudiantes hagan manualidades o dibujos que se relacionen con la lección. Si enseñas sobre ciencia, haz un experimento científico en la clase o deja que tus estudiantes hagan un collage de hojas y otros elementos encontrados en la naturaleza.

Usa ayudas visuales

Simplemente pararte delante de la clase y hablar de algo importante no va a mantener la atención de un grupo de niños inquietos. Utiliza clips de películas, fotos y objetos en tu aula para llamar la atención y la curiosidad de tus alumnos. Cuando sea posible, lleva a un orador invitado o pide a un estudiante que lleve un elemento de su casa que se refiera a una lección. Por ejemplo, si estás enseñando sobre genealogía, pide a cada estudiante que lleve una herencia de un familiar. Si la clase está estudiando los fósiles, lleva a un arqueólogo local para hablar con ellos.

Alienta la participación en clase

Mantén la atención de tus alumnos inquietos a través de la constante participación en clase. Haz muchas preguntas durante todo el día para asegurarte de que los estudiantes están prestando atención. Elige un voluntario para ayudar a enseñar o para entregar los útiles a los otros estudiantes. Asigna a un estudiante para ayudarte a tomar la asistencia.

Premia el buen comportamiento

Motiva a tus estudiantes a comportarse bien cuando es el momento de quedarse quietos, dándoles recompensas regulares. Realiza un cartel con un gran trozo de cartulina y deja que tus estudiantes lo decoren. Indica en la cartulina el nombre de cada niño y cada día de la semana. Ten una pequeña cesta de pegatinas cerca. Cuando un alumno se porta bien en clase, déjale poner una pegatina con su nombre. Al final de la semana, ofrece una pequeña recompensa a los estudiantes que obtuvieron una pegatina cada día. Las ideas de premios incluyen una pegatina, un auto pequeño, una pelota de plástico o una golosina.

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