Agua

Aunque parece obvio, es importante elegir el tipo de agua para usar en tu vino. El agua destilada no funcionará, debido a que carece de los elementos minerales necesarios para la fermentación de la levadura. El agua de grifo es adecuada, siempre y cuando no tenga demasiado cloro. Demasiado cloro matará a la levadura y le dará mal sabor al vino. Si tienes dudas, hierve el agua de la llave y déjala enfriar antes de usarla.

Azúcar

El vino con frutas requiere menos azúcar que otras variedades. Sin embargo, sigue siendo necesario un poco, tanto para alimentar a la levadura mientras fermenta, como para mejorar el sabor del producto terminado. Evita la melcocha, la miel la melaza y jarabes similares, pues su sabor interferirá con el del vino.

Levadura

Aunque puedes usar levadura para hornear, puedes comprar levaduras para vino en tiendas especializadas o en el Internet. Tu producto terminado tendrá mejor sabor, debido a que la levadura para hornear tiene un sabor muy fuerte que puede superar el sabor del vino. La levadura para vinos es mejor opción. Existen diferentes fórmulas para vinos rojos, blancos y de postres.

Tanina

La tanina está presente naturalmente en la piel y las semillas de las frutas. Algunas (como las moras y las uvas) tienen más que otras (como los cítricos). Le da astringencia a tu vino. Si tu ingrediente principal no tiene suficiente tanina, puedes comprar tanina en polvo para hacer vino en tiendas especializadas o en Internet.

Frutas, vegetales, flores y más

Lo fantástico de hacer tu propio vino es que puedes darle el sabor que desees. Aunque al principio quizás no consigas el sabor deseado, con un poco de práctica podrás afinar tus resultados.

Las uvas, por supuesto, son ideales para hacer vino. Son algo dulces, la levadura crece naturalmente en sus pieles y tienen el nivel adecuado de tanina. Por esto son la primera fruta en la que la gente piensa a la hora de hacer vino. Sin embargo, puedes hacer vino con casi cualquier cosa. Es posible hacerlo con cualquier fruta (tanto seca como fresca), pero también puedes hacerlo con tubérculos, como las zanahorias. Las flores también pueden usarse, si lo deseas. La autora Dawn Marie ha escrito libros que promueven el uso de estos elementos, así como las raíces de las plantas, las nueces y diferentes granos.

Por encima de todo, hay una cosa que es importante recordar al momento de considerar la fruta, vegetal o lo que sea que pienses usar como base de tu vino: asegurarte de que los ingredientes tengan buen sabor y estén en las mejores condiciones antes de usarlos. Corta las puntas no comestibles de las frutas y otras plantas (como las piñas). Si tus plátanos están golpeados, corta los golpes, pues no querrás beber el sabor de esas partes ¿Cierto? Haz una regla: si no sabe bien, no debe ir en el vino.