Step 1

Extiende las láminas de piedra de río sobre el piso del baño para determinar la distribución adecuada entre cada una.

Step 2

Utiliza una cuchilla de afeitar para cortar la malla y las rojas en el área donde se encuentra el desagüe. Saca piedras individuales de las láminas y déjalas a un lado; las usarás para crear un ajuste definido alrededor del desagüe.

Step 3

Usa la cuchilla para recortar los bordes de las láminas, en los puntos donde se encuentran las paredes de la ducha. Arranca las rocas de las piezas que recortes y déjalas a un lado para rellenar las brechas alrededor del perímetro del piso.

Step 4

Remueve las láminas en orden inverso y apílalas, de modo que puedas repetir el diseño cuando inicies la instalación permanente.

Step 5

Esparce una capa de mortero adhesivo sobre el piso de la ducha, usando una llana con muesca en "V". Después de rastrillar el mortero con los dientes de la llana, gira la herramienta y usa el borde plano para alisar las marcas. Esto evitará que el exceso de mortero salga entre las piedras.

Step 6

Presiona las láminas de piedra de río contra el mortero. Utiliza las rocas sueltas para rellenar las brechas en los bordes del desagüe y alrededor del perímetro del piso. Asegúrate de que todas las láminas estén distribuidas uniformemente. Deja secar el mortero por 24 horas.

Step 7

Sella las piedras de río con un sellador de impregnado antes de aplicar la lechada. Pinta el sellador con un pincel de espuma, espera 10 minutos y luego pule el exceso de sellador con un paño suave. Ten en cuenta que algunas rocas ya vendrán selladas.

Step 8

Esparce la lechada con arena sobre las rocas de río, usando una llana de caucho blando. Las rocas necesitarán el doble de la lechada que requieren unas baldosas planas de tamaño similar. Añade un poco de lechada a la vez, hasta que las partes superiores de las rocas queden apenas visibles. No añades demasiada lechada, ya que tomará más tiempo para limpiar las piedras.

Step 9

Espera 10 minutos para que la lechada empiece a asentarse. Lava las partes superiores de las rocas con una esponja de lechada. Sólo limpia las partes superiores con un poco de agua; demasiada agua removerá la lechada entre las rocas. Deja secar la lechada por 24 horas y luego sella completamente antes de usar la ducha.