Lección de preescolar para distinguir la realidad de la ficción

A través de la exposición a experiencias reales el niño podrá aprender cómo funciona el mundo real.

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En el tema de la educación, existen dos ideas opuestas sobre la forma de enseñar a los niños la diferencia que hay entre la realidad y la fantasía. No obstante, los expertos en pedagogía están de acuerdo en que, en ocasiones, los niños que están en edad preescolar tienen dificultades para discernir las diferencias entre la verdad y la ficción. Es importante que tanto los padres como los profesores de preescolar aprendan a poner en práctica unos sencillos ejercicios que ayuden a los pequeños a desarrollar habilidades para poder distinguir entre lo que es real y lo que no.

Lecciones de exposición a la realidad

Para que los niños aprendan la diferencia entre realidad y fantasía, necesitarán vivir experiencias en el mundo real. Si un niño está expuesto de manera continuada a la fantasía y carece de vivencias reales con las que podar establecer una comparación, es posible que le resulte difícil saber dónde está la diferencia. Puedes crear una serie de actividades que giren en torno a historias o películas con las que los pequeños estén familiarizados. Por ejemplo, si en una película aparecen árboles que hablan, puedes llevar a los niños a dar un paseo por un bosque real. Léeles la historia de "The Little Engine that Could" (La pequeña locomotora que sí pudo) y llévalos después a un museo para que puedan ver locomotoras de verdad. Háblales sobre la forma en que las experiencias reales difieren de las historias fantásticas.

Coloquio sobre una historia

Las historias fantásticas también pueden contener algunos elementos reales. Para realizar este ejercicio, debes explicar a los niños que algunas cosas de una historia pueden ocurrir en la vida real, pero que otras no. Léele al grupo una parte de un relato y a continuación pídeles que elijan algún hecho que realmente pueda ocurrir en la realidad. Podrías, por ejemplo, contarles una historia sobre dos ardillas que recogen nueces para una fiesta en la que se encuentran con un niño pequeño con el que se ponen a inflar globos. Diles que las ardillas realmente comen nueces y deja que ellos elijan más datos reales de la historia.

Tarjetas pedagógicas y dibujos

Elabora unas tarjetas pedagógicas o recopila fotos de objetos reales y fantásticos para mostrarlos en clase. Puedes buscar, por ejemplo, una imagen de un caballo y otra de un unicornio, una de un bombero y otra de un superheroe. Ve mostrando un dibujo cada vez y pregunta a los pequeños si lo que se ve en la imagen es real o ficticio. Puedes utilizar algunas imágenes de dibujos animados, pero procura que la mayoría de las representaciones de los elementos fantásticos parezcan lo bastante reales como para que los niños tengan que pensarse la respuesta e incluso lleguen a no acertar. Pregúntales por qué piensan que la imagen en cuestión es real o ficticia.

Elaboración de una historia

Elabora una historia fantástica con los niños. Sepáralos en dos grupos: uno será el de la fantasía y el otro el de la realidad. Pídele a un pequeño del grupo de la realidad que comience la historia diciendo un lugar real donde ésta tendrá lugar, por ejemplo, su propia habitación. A continuación, pídele a un miembro del grupo de la fantasía que añada algún dato a la historia que no sea real, por ejemplo, una ilustración en la que se pueda entrar. Haz que se vayan turnando para ir añadiendo a la historia más datos, hasta finalizarla. Una vez terminada, habla con los niños sobre ella. A través de este ejercicio, los pequeños podrán utilizar de forma activa su fantasía con propósitos creativos y, al mismo tiempo, podrán ser guiados cuando cometan algún error al discernir entre lo real y lo ficticio.

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