Step 1

Rocía la camisa de algodón con un quitador de arrugas. Cuelga la camisa en el armario; usa un colgador almohadillado para evitar que deje marcas en la prenda. Si no te queda quitador de arrugas, añade 2 cucharadas de suavizante de tela a una botella rociadora de 8 onzas (227 ml). Añade agua a la botella y agítala para mezclar bien. Usa este producto como harías con el liberador de arrugas. Agarra la tela y estira las arrugas, alisándola con tu mano.

Step 2

Coloca un calcetín completamente dentro del otro, para formar una bola dentro del extremo. Humedece los calcetines con agua caliente. Estrújalos hasta que salga el exceso de humedad. Pon la camisa de algodón en la secadora con los calcetines en el ajuste de calor alto durante 15 minutos. Los calcetines húmedos sacarán las arrugas.

Step 3

Rocía una camisa de algodón con agua antes de plancharla para aflojar las arrugas. Pon tu plancha en el ajuste de algodón y presiona las arrugas de la camisa. Sácala de la secadora cuando esté ligeramente húmedas y plánchala. Cuelga la camisa y apunta un ventilador de caja hacia ella para acelerar el tiempo de secado.

Step 4

Cuelga la camisa de algodón para poder alcanzar todos los lados. Llena tu máquina de vapor de uso doméstico con agua destilada. Enciende la máquina y pon vapor sobre la prenda; arrastra la cabeza de vapor sobre la superficie de la camisa hasta que las arrugas se hayan desvanecido.