Step 1

Moja tu cabello y cuero cabelludo con agua tibia, humedeciendo completamente la piel y las raíces del pelo. Usa tus dedos para frotar y masajear el cuero cabelludo, ayudando a perder depósitos de grasa e incrementar el flujo de sangre en la piel.

Step 2

Aplica un champú purificador que limpie el sebo. Un champú purificador y clarificador estándar limpiará rápidamente los depósitos de sebo de la piel y el cabello, como así también los depósitos de productos para el pelo, como gel y spray.

Step 3

Usa un champú regulador de sebo como alternativa a uno purificador estándar. Esto ayudará a las personas con glándulas sebáceas excesivamente grasosas que son más propensas a taparse. Los ejemplos incluyen, el Champú de Balance de Sebo Interactivo de Revlon Professional y el champú de Control de Sebo de Natural Tech. Estos productos no sólo remueven el exceso de sebo, si no que, con el tiempo, también ayudan a reducir su producción.

Step 4

Enjuaga tu cabello con agua fresca. Pasa tus dedos por el pelo para deshacerte de todo el champú. Aplica un acondicionador estándar para reemplazar la humedad que se haya perdido durante el proceso de lavado con el champú.

Step 5

Enjuaga tu cabello y cuero cabelludo una vez por semana con vinagre de manzana, después de aplicar el champú estándar y el acondicionador. El vinagre de manzana ayudará a disolver los tapones de sebo y grasa de las raíces del pelo. Además, fortificará su brillo natural. Moja tu cabello con vinagre y masajéalo intensivamente. No enjuagues el vinagre con agua.