Step 1

Evalúa tus estrategias de organización actuales. Ya sea que tu tarea consista en organizar tu armario u organizar un nuevo sistema de archivos para un negocio, primero debes determinar qué sistema ya existe, de ser así. Tal vez tu predecesor estableció un sistema que ya no es óptimo para la forma en que la oficina trabaja así que nadie se toma el tiempo para utilizarlo. Una reunión con todas las personas que lo utilizan puede programarse en la que pueden generar ideas sobre las características que debería contener un sistema mejor. Si tu tarea de organización es más personal, como tu propio escritorio o armario, por ejemplo, comienza haciendo una lista de las cosas que deben ser organizadas allí.

Step 2

Reconoce si piensas de forma más lineal o global. A los pensadores lineales les irá mejor con un sistema que sea numerado o alfabetizado, mientras que a los globales les irá mejor con un enfoque más conceptual. Crear etiquetas o un diagrama te ayudará a determinar las categorías de artículos que debes organizar. Anota esto, ya que se convertirá en un plan para que sigas a medida que establezcas el sistema inicial de organización. Guárdalo en caso de que olvides dónde colocaste algo o si necesitas entrenar a otros a mantener el sistema. Si tu tarea de organización involucra a otros miembros del equipo, muéstrales el plan antes hacer que sea el final, ya que su aporte tal vez proporcione incluso mejores sugerencias.

Step 3

Compra artículos que hagan que la organización sea fácil, como carpetas colgantes, estanterías, armarios y cajas de almacenamiento. Coloca etiquetas en ellos para que puedas recordar donde va todo fácilmente. Crea los mismos archivos en tu computadora de modo que puedas guardar los documentos electrónicos utilizando el mismo sistema como el que utilizas con copias en papel si estás organizando este tipo de elemento, ya sea para el hogar o en el contexto de los negocios.

Step 4

Divide las tareas para que puedas lograrlas en el tiempo que puedes destinar para la organización. Comienza con la porción más pequeña, porque incluso un pequeño avance funcionará como un estímulo para que continúes. Calcula suficiente tiempo para implementar un nuevo sistema de organización para que no te sientas abrumado o frustrado. Un gran hábito a desarrollar es solo manejar una cosa por vez, antes de tomar una decisión sobre si es necesario actuar sobre esto, descartarlo o archivarlo. A continuación, haz lo que se indica. En caso de que se indique una acción futura, colócalo en tu calendario o lista de tareas. Establece un recordatorio y archiva el papel para que puedas encontrarlo cuando realmente lo necesites.