Ignóralo

Según "The Lovebird Handbook" (El manual sobre los periquitos), ignorarlos indica que tu estás a cargo y puede motivarlos a que dejen de hacer ruido. Los dueños de periquitos deben hacer como que no los ven o escuchan cuando están haciendo ruido. Tu pájaro mascota se tranquilizará una vez que se de cuenta de que no está obteniendo tu atención. Alábalo y dale un gusto cuando se calle. Responder a su llamado envía el mensaje equivocado, tu periquito pensará que mediante los gritos obtendrá tu atención y continuará con este comportamiento.

Cubre la jaula

De noche, cubrir la jaula de tu periquito con una tela o un cubre jaula que venden en las tiendas hace que se tranquilice. Por naturaleza, los periquitos por lo general comienzan a cantar temprano en la mañana. El cubre jaula mantendrá a tu mascota tranquila hasta que la quites. Además de ofrecerle privacidad a tu pájaro e indicarle que es hora de dormir, cubrir la jaula también te ayudará a evitar las ráfagas de frío.

Distrae a tu periquito

Estimularlo mentalmente puede hacer que se olvide de hacer ruido. Distrae a tu compañero pájaro y dale juguetes para que se entretenga. Juega diariamente con él fuera de la jaula para ejercitarlo. Dale nuevos juguetes regularmente para que se mantenga interesado y con desafíos. Para que esté alegre, tu periquito necesita interacción a diario. Al no obtenerlo, el pájaro puede volverse ruidoso e irritable.

La jaula adecuada

Mantener a tu amigo de plumas en una jaula que es demasiado pequeña puede hacer que grite fuertemente. Si tu pájaro está infeliz utilizará los gritos para comunicártelo. La jaula pequeña limita la movilidad de tu pájaro, es posible que no pueda pararse, trepar, jugar y estirar las alas. Además, la jaula pequeña también puede provocar daño en las plumas, según los Doctores Foster y Smith. Para tranquilizar a tu pájaro, dale una jaula grande como para que pueda estirar sus alas sin tocar los alambres. La jaula debe tener perchas y variedad de juguetes. Cuanto más grande, mejor.