Manualidades para el perdón en la escuelita dominical

El perdón es algo que se aprende durante toda la vida, no importa la edad.

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El perdón se aprende a lo largo de toda la vida. Como maestro de escuela dominical o educador religioso, hay muchas historias bíblicas que enseñan la lección del perdón, como aquella del saco de José y el hijo pródigo, pero los niños generalmente no lo entienden fácilmente. Utilizando manualidades acordes a la edad para explicar y enseñar acerca del perdón puede ser de gran ayuda para el maestro.

Tira la cadena de tus pecados

Llegar a clase revoleando un rollo de papel higiénico seguramente llamará la atención de los niños. Dale a cada niño un pedazo largo de papel higiénico para empezar la conversación acerca del perdón con la clase. Utilizando un marcador de punta de fieltro, haz que cada estudiante escriba sus pecados y confesiones en el papel. Al final de la clase, oren en conjunto para recibir el perdón del Señor y luego lleva a la clase a un excursión al baño. Allí, cada estudiante "tirará la cadena" a sus pecados. Este énfasis visual de borrar los pecados también se puede lograr al poner los papeles en una trituradora de papel o tirándolos al fuego. Una tradición popular católica durante las conciliaciones de la parroquia es invitar a cada miembro a escribir sus confesiones antes de acercarse al sacerdote. Un pozo de fuego en el altar recibe y aniquila los papeles mientras que cada persona deposita su confesión.

El ladrón de galletas

"El ladrón de galletas", un poema didáctico de Valeria Cox, demuestra el perdón desde el punto de vista del ofendido al contar la historia de una mujer que sarcásticamente y con crítica observa a un hombre desconocido que se sienta a su lado, sin preguntar, empieza a compartir su paquete de galletas. Al final, este poema inteligente revela que era ella quien tomaba las galletas y luego encontró su galletas escondidas sin tocar. Este poema, será bueno para estudiantes de primaria a secundario, y se puede acompañar con hacer manualidades decorando un tarro de galletas. Provee galletas simples de azúcar, glaseado y decoraciones, alentando a cada alumno a decorar la galleta de manera única. Amarra cada galleta a una bolsa de regalo transparente o a una bolsa de sándwich y dile a los niños que regalen sus galletas. Cada uno puede escoger dárselo a alguien que tengan que pedirle perdón, o pueden ofrecerlo también como una forma de pedir perdón.

Lazos entrelazados

Otra actividad que ayuda a los alumnos a hacer del perdón algo más tangible es una actividad llamada "Lazos entrelazados". Para esto, la clase se sienta en círculo. Tira una pelota de hilo a alguien que se encuentre cruzando el círculo; esa persona, sosteniendo la punta, le arroja la pelota a alguien más. Continúen pasándose la punta del hilo hasta que todos hayan tenido el hilo en cada mano, creando una red entrelazada. Dile a los estudiantes que hagan tareas simples como sentarse, caminar o atarse los cordones sin soltar el hilo. Visualmente y físicamente el hilo representa albergar malos sentimientos, odio o crítica. Nos ata, nublando nuestras tareas diarias más sencillas, y nos mantiene físicamente atados a la tierra. Si una persona necesitaría hacer el viaje de esta vida al cielo, no podría ir al menos que se desate primero. Demuestra el perdón al soltar el pedazo de hilo. La persona que está conectada a ti puede entonces soltar su hilo, a causa de que ha recibido perdón; esa misma persona luego perdona a alguien más, soltando el hilo de la otra mano. La persona siguiente luego repite el proceso. Esto enfatiza la importancia del dar, como también del recibir el perdón.

Apagón

Para audiencias entre 7 y 10 años de edad, instruye a cada niño a colorear completamente un pedazo de papel con colores brillantes. Mientras ellos pintan, empieza la conversación acerca de lo que representa los diferentes colores. Por ejemplo, el rojo es el amor. Amarillo puede ser felicidad. Cualquier representación que a ellos se les ocurra estará bien; no hay respuesta incorrecta. Cuando todos han terminado de colorear su papel completamente, dales un crayón negro para que pinten fuerte sobre los diseños brillantes. Utilizando una moneda, un palito de madera o incluso con la uña, instruye a cada uno que raspe la palabra "perdón" en la hoja. Reitera como pedir y recibir perdón hace que sea revelada una vida más brillante.

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