Intensidad de la luz ideal

Los ficus pueden crecer en el sol directo pero les va mejor si están en una sombra ligera. En los viveros, prosperan a la sombra de redes, que es de un 40 a un 60 por ciento, de acuerdo a R.W. Henley, y colaboradores, de la Universidad de Florida. Las ficus de interior requieren un lugar con luz y sol indirectos, como una ventana que dé al oeste. Gradualmente muévelos hacia la ventana durante el invierno, para que aun en esta estación, tengan la luz que necesitan.

Excesiva luz

Un ficus expuesto al sol directo o luz demasiado brillantes desarrolla hojas cuyos bordes se curvan hacia arriba. Cuando la intensidad de la luz baja en el invierno o cuando se mueve la planta, estas hojas no se adaptan y se caen.

Luz baja

Los ficus que crecen en condiciones de poca luz tienden a perder hojas. Se les ponen amarillas y se caen luego de unos días, y así dejan a la planta casi completamente desnuda. Si riegas correctamente a tu árbol y lo mantienes en un lugar con luz brillante, producirá nuevas hojas adaptadas a las pobres condiciones de luz. Los ficus pierden las hojas naturalmente durante el otoño cuando baja la intensidad de la luz.

Aclimatización de un ficus

El sol del verano afuera puede llegar a ser de 10.000 pies vela (3000 m) en intensidad mientras que la luz interior es de 1.000 pies vela (300 m), de acuerdo al horticultor Ron Smith de la Universidad de Dakota del Norte. Los ficus que crecen afuera se deben aclimatar a los niveles más bajos de las luces interiores cuando se los traslada. Mueve una planta de ficus gradualmente por varias semanas o colócala en un nuevo lugar con luz similar y temperaturas parecidas en las que tenía en su lugar original. Esto evita que pierda hojas en grandes cantidades.