Cómo hacer néctar fresco de durazno

Fabrica tu propio néctar de durazno.

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De todas las frutas del verano, los duraznos son tal vez las más deliciosas. Tan dulces y jugosos que casi son pecaminosos. No es de sorprender que haya cientos de recetas que resaltan su sabor único. En los días calurosos, un vaso de té helado de durazno es perfecto para calmar la sed; los Bellini de durazno son el trago italiano veraniego por excelencia; el brandy de durazno es una tradición ancestral. El néctar de durazno es lo que les da a estas bebidas su característico sabor de verano. Si bien el néctar enlatado es aceptable para algunas recetas, el casero es la mejor manera de obtener ese sabor auténtico y fresco. El mejor néctar comienza con unos duraznos maduros y frescos.

Step 1

Elige los duraznos que estén algo blandos al tacto y tengan un aroma fragante. Esto indicará que están maduros. Los duraznos muy firmes o duros no están maduros y no tendrán la dulzura necesaria para un buen néctar. Los verdes o que aún no están maduros no se procesan adecuadamente en la licuadora, y producen un néctar de sabor amargo.

Step 2

Hierve suficiente agua en una olla o cacerola como para poder sumergir los duraznos. Sumerge cada uno en el agua hirviendo hasta que la piel comience a desprenderse. Retíralos del agua y colócalos en agua helada para detener el proceso de cocción. Pélalos, retírales el carozo y córtalos en rebanadas.

Step 3

Mezcla 2 tazas de duraznos en rebanadas con 1 taza de agua en la licuadora. Licúa hasta que esté homogéneo.

Step 4

Pasa los duraznos licuados a través de un colador. Guarda el néctar en un frasco hermético o en una botella dentro del refrigerador hasta que lo vayas a usar.

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