Riesgo de irritación.

El gel de sílice puede irritar los ojos, la piel, el sistema respiratorio y el tracto digestivo; aunque generalmente de forma leve. Debido a la capacidad del sílice para absorber la humedad, puede secar al contacto causando irritación. Si tiras inmediatamente el envase que contiene el gel, no debería haber ningún problema. El paquete en sí, es seguro de manipular. Si el sílice se ingiere de forma accidental, no debería generar reacción alguna ya que no es tóxico a menos que contenga cloruro de cobalto (II) mezclado. Lo más indicado es consultar a un médico en cualquier caso de irritación que se produzca.

Cloruro de cobalto (II)

El cloruro de cobalto (II) es utilizado como un marcador de color en muchos desecantes, debido a que es de color azul en ausencia del agua y se vuelve rosa una vez expuesto a la humedad. Si hay evidencia de la presencia de un compuesto químico que hace cambiar de color el gel desecante que una persona ha ingerido, llama al médico inmediatamente. El cloruro de cobalto (II) es altamente tóxico y causa náuseas y vómitos. También puede causar cáncer, aunque los estudios no son concluyentes al respecto y las investigaciones continúan.

Áreas industriales.

Generalmente, el gel de sílice es seguro para uso en el hogar. Sin embargo, las personas que se desenvuelven en áreas de trabajo donde se utilicen productos químicos de nivel industrial, deben ser muy cuidadosos con la forma en que lo desechan. Este reaccionará químicamente con cualquier ácido o base fuerte y con oxidantes; por lo que no debe desecharse en un lugar en donde pueda entrar en contacto con dichas sustancias. En ése caso, deberás retirarlo de inmediato del sitio si es posible y desecharlo de manera correcta. El gel de sílice puro, no es tóxico y no reacciona con los productos químicos comunes, por lo que desecharlo en un basurero público es perfectamente seguro.