¿Qué es el planchado permanente?

La ropa de planchado permanente economiza tiempo detrás de la tabla de planchar.

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Durante décadas, las camisetas sin arrugas han sido lo máximo para las máquinas lavadoras de ropa. Las telas de planchado permanente son quizás el ejemplo más destacado de lo que es una tela resistente a las arrugas; estas telas son una invención tan cotizada que la mayoría de las máquinas cuentan con procesos diseñados específicamente para su mantenimiento. A pesar de su impacto en el servicio de la lavandería, las telas de planchado permanente no son el fin último de la ropa sin arrugas, la búsqueda de tela lisa a perpetuidad sigue adelante.

Historia y ventajas

La ropa, cuyos textiles son de planchado permanente disminuyen o eliminan de forma definitiva la necesidad de alisarlos, favorece que la ropa se mantenga en su forma, tamaño y suavidad incluso aún después de múltiples lavadas y puestas. El término "planchado permanente", se lanzo por primera vez en 1964, como nombre de un invento del químico investigador Ruth Rogan Benerito. La innovación consistió en una mezcla hecha con dos partes de poliéster y una de algodón; uno de los primeros textiles de planchado permanente incluyó un recubrimiento de fibra hecha de resinas impregnadas de la sustancia llamada formaldehído. Esta sustancia es la que determina que la tela se mantenga en su forma y no se arrugue.

Desventajas

Si se comparan las prendas confeccionadas con tela de planchado permanente con otras de algodón natural, las primeras se ven más gruesas, no se transpira bien con ellas y se endurecen después de varias lavadas. Quizás la característica más notoria de los textiles de planchado permanente sea que la sustancia formaldehído puede causar dermatitis. Sin embargo, debido a los bajos niveles de esa sustancia, en la mayoría de los casos sólo las personas hipersensibles o alérgicas presentan erupciones en la piel. Al igual que cualquier otro producto, los textiles de planchado permanente no son perfectos y las prendas confeccionadas con estas telas deberán plancharse en algún momento aunque antes no se haya requerido.

El lavado

Muchas máquinas para lavar ropa que se produjeron después de la década de 1960 disponen de un servicio específico para los textiles de planchado permanente que fue diseñado para la ropa sin arrugas como los de poliéster, nylon o acrílico. Las lavadoras modernas pueden usar el término "ciclo sintético" en vez de planchado permanente. Las lavadoras que no cuenten con este servicio deben usar agua caliente cuando laven textiles de planchado permanente. Como estas telas cuentan con una textura generalmente más dura que la de otras, no se deben mezclar con prendas delicadas. Por esta razón, se recomienda sacar de la secadora las prendas de planchado permanente inmediatamente después de que termine el ciclo de lavado para que ésta conserve su forma y suavidad.

La tecnología moderna

Aunque los textiles de planchado permanente siguen siendo un tipo muy común, para finales del siglo XX ya se habían hecho anticuadas. Desde entonces, los fabricantes de ropa de vestir siguen haciendo mezclas de algodón y poliéster en busca de telas resistentes a las arrugas. Algunos fabricantes utilizan amoníaco, como un agente para evitar el encogimiento de la tela en lugar de usar la sustancia formaldehído. Otros, en la lucha contra las arrugas, han experimentado con urea dihidroxi etileno barato dimetilol, como un catalizador en base a magnesio. El término "planchado permanente" ha sido gradualmente sustituido por los términos "cuidado fácil" para los textiles que han sido tratados con productos químicos anti-arrugas y anti-manchas. Todavía hoy en la primera década del siglo XXI, los fabricantes de prendas de vestir siguen buscando una solución para evitar que las telas de algodón se encojan o se arruguen

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