Contacto inicial

Una vez que ingreses a la habitación, intercambiarás unas palabras que le servirán al profesional para determinar qué tipo de masaje necesitas. Luego de esta charla, él te pedirá que te quites la ropa, explicándote dónde puedes desvestirte y dejar tus pertenencias. Te explicará que debes recostarte sobre la camilla y cubrirte con una sábana o toalla que encontrarás allí.

Nunca debes comenzar a desvestirte antes que el profesional haya abandonado la habitación. De lo contrario, es posible que se sienta algo incómodo. En general, él se excusará para salir de la habitación y permitirte tu privacidad para desvestirte. Una vez que haya cerrado la puerta, puedes comenzar a quitarte la ropa.

Desnudo o no

A muchos clientes les gusta permanecer desnudos cuando reciben un masaje. Los masajistas, dado que son profesionales capacitados, no tendrán inconveniente con el hecho de que lo estén, siempre que las zonas privadas se encuentren cubiertas en todo momento. La decisión depende de ti. Si te sientes más cómodo conservando la ropa interior puesta, siéntete libre de hacerlo. Ya sea que decidas tener la ropa o no, el masajista te pedirá que te tapes.

Opciones para cubrirse

Debes cubrirte con una toalla o una sábana que te entregará no bien entres a la sesión. De esta manera, evitarás tomar frío, lo que puede causar una tensión en los músculos durante el masaje. A menudo, habrá una toalla o una funda de almohada doblada sobre el área genital; para las mujeres, habrá además un cobertor en la zona del pecho para cuando se encuentre boca arriba. También es posible que el masajista utilice una sábana para cubrir el cuerpo entero y exponga solo las partes donde está efectuando el masaje. Este método es conveniente para las personas más tímidas, quienes tienden a sufrir el frío o aquellos que estén recibiendo masajes por primera vez.

Negación a cubrirse

En ocasiones, hay clientes que se niegan a taparse y los masajistas se encuentran en un dilema. En algunos casos, se ven tentados por respetar los deseos del paciente, a fin de evitar decepcionarlo. Sin embargo, es importante que el masajista piense en su reputación y el valor de su licencia profesional. Si bien algunos se tientan y sucumben ante el deseo de los clientes, esto no es recomendable y puede traer como resultado advertencias, multas e incluso la revocación de la licencia profesional. Basta con la palabra de un cliente en tu contra y la batalla legal comienza. ¿Vale la pena dejarlos?

Exposición accidental

En ocasiones, la sábana se puede correr de manera accidental, dejando zonas privadas expuestas durante el masaje. Dado que se trata de profesionales capacitados, los masajistas ni lo piensan y con cuidado vuelven a colocar la sábana en su lugar.

Algunos hombres se han encontrado en la situación de tener una erección durante un masaje. Esto no es motivo para avergonzarse y es muy normal. Siempre que todas las partes íntimas se encuentren debidamente cubiertas, el masajista continuará con su trabajo normalmente y sin prestar atención a lo que ocurra debajo de la sábana.

Finalización

Al final de la sesión, el masajista se apartará con cuidado a fin de darle tiempo al cliente para aclimatarse e incorporarse nuevamente. Luego, le dará la posibilidad de vestirse en privado. Aprovecha esta oportunidad para vestirte con tranquilidad y salir de la habitación completamente vestido. Si el masajista te proporcionó una bata para utilizar durante el masaje, puedes cubrirte con ella si necesitas visitar el baño antes de vestirte.

Si tienes preguntas con respecto al masaje, no temas conversar con el masajita. Estará más que feliz de contestar todas tus dudas a fin de que te sientas cómodo durante todas las etapas de tu experiencia. Su intención primaria es que el masaje cumpla con todas tus expectativas.