Problemas con balastos electrónicos

La reducción de la factura de la luz es una de las principales ventajas de balastos electrónicos en entornos industriales.

Felipe Dupouy/Lifesize/Getty Images

Los balastos electrónicos se utilizan en sistemas de iluminación fluorescentes y son energéticamente más eficientes y más silenciosos que los balastos magnéticos tradicionales. Los balastos electrónicos han existido desde la década de 1980. Sin embargo, muchas cuestiones evitaron que el uso de los balastos se popularizara. Hoy en día, las ventas de balastos electrónicos están creciendo, ya que las empresas pueden obtener balastos fiables y ayudar a reducir sus facturas de luz. Incluso con los avances tecnológicos, aún pueden existir problemas en el uso de balastos electrónicos para las necesidades de iluminación fluorescente.

Fiabilidad

A pesar de que la tecnología de los balastos electrónicos ha mejorado, haciéndolos más fiables, algunos todavía se queman. Una vez que el balasto se ha quemado, no hay manera de repararlo y debe ser reemplazado. Un nuevo balasto electrónico cuesta casi tanto como la propia lámpara. Según AEL Group, la mayoría de los balastos electrónicos fracasan en los primeros seis meses. Si el balasto dura más allá de este periodo inicial, se puede esperar que dure de 10 a 12 años antes de necesitar ser sustituido. La mayoría de los fallos son causados ​​por un producto defectuoso o una incorrecta instalación del balasto. Las empresas deben investigar a los fabricantes de balastos electrónicos para encontrar a aquellas que fabriquen productos fiables.

Protección contra transitorios

Los transitorios de tensión puede causar que un balasto electrónico se sobrecargue y falle. Aunque la mayoría de los balastos electrónicos están protegidos contra el sobrecalentamiento en la unidad, no están bien equipados para manejar las sobrecargas eléctricas que los queman.

Interferencia

Los balastos electrónicos funcionan a frecuencias muy altas, que pueden crear interferencias tanto en frecuencias de radio como electromagnéticas. La Comisión Federal de Comunicaciones de los EE.UU. tiene regulaciones para los balastos electrónicos y filtros para reducir dichas interferencias; sin embargo, la interferencia producida en el rango alto de estas normas aún puede crear problemas con el equipo. Los equipos sensibles a este tipo de interferencias deben ser tomados en cuenta antes de continuar con la instalación de iluminación fluorescente con balastos electrónicos. Muchos fabricantes advierten sobre el uso de sus productos de balastos electrónicos en conjunto con sistemas de iluminación de líneas eléctricas aéreas debido a la interferencia que se produce.

Distorsión armónica

Las distorsiones armónicas crean cambios a frecuencias más altas, que pueden causar sobrecalentamiento y picos de energía eléctrica. Mientras que la mayoría de equipos, incluidas las computadoras, crean distorsión armónica, puede ser un problema si la carga colocada en el sistema de iluminación es una parte significativa de toda la carga eléctrica del edificio. La alta distorsión armónica puede causar transformadores quemados, subidas de tensión, interferencias con los sistemas de comunicación y distorsión del servicio de energía eléctrica para el edificio. En la mayoría de los casos, un balasto electrónico no creará problemas debido a las distorsiones armónicas.

Goteo a tierra

La mayoría de los balastos electrónicos no se deben utilizar en sistemas que cuenten con sistemas de interrupción de falla a tierra (GFI, por sus siglas en inglés). Los sistemas GFI se utilizan cuando la corriente transportada por los conductores a tierra representa un riesgo, como cerca del agua por ejemplo. Los balastos electrónicos tienen fugas de corriente en el cable a tierra y, por lo tanto, no deben ser utilizados junto con sistemas de GFI. De lo contrario, la fuga de corriente a tierra del balasto electrónico activaría constantemente el sistema GFI y apagaría los circuitos.

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