Step 1

Esteriliza todos los objetos que necesitas para hacer tu aguamiel casera (la olla a presión, el termómetro, el recipiente transparente, el globo, el sifón y las botellas herméticas) con una solución desinfectante, como la lejía, para evitar el crecimiento de microorganismos. Enjuágalos bien.

Step 2

Calienta durante 15 minutos una mezcla de tres partes de agua destilada y una parte de miel a 160ºF (70ºC) en la olla a presión. Controla la temperatura con el termómetro. Revuelve bien cada tanto para evitar que la miel se caramelice.

Step 3

Deja que la mezcla resultante, llamada "mosto", se enfríe a temperatura ambiente.

Step 4

Añade de a poco un paquete de levadura al mosto y revuelve bien.

Step 5

Vierte el mosto en el recipiente transparente. Pincha un par de agujeritos en el globo. Cubre la boca del recipiente con la abertura del globo y sujétalo con cinta adhesiva. El globo se inflará debido al dióxido de carbono producido por la levadura, que podrá salir por los agujeros. De esta manera, evitas que entre aire en el recipiente y arruine tu aguamiel.

Step 6

Deja que el aguamiel fermente durante unas ocho semanas en una habitación que tenga una temperatura de entre 70ºF y 75ºF (entre 20ºC y 24ºC). Dentro de las primeras 24 a 48 horas de terminada la preparación del mosto, notarás que surgen algunas burbujas dentro de la solución, y también aparecerá un poco de espuma en la superficie. Esto es normal e indica que la mezcla está activa.

Step 7

Después de ocho semanas, vierte el aguamiel en las botellas con cierre hermético ayudándote con un sifón para que los sedimentos queden fuera. Mientras embotellas el aguamiel, añade un poco de sorbato de potasio (un conservante de alimentos también conocido como E202) para preservar el sabor de tu bebida.

Step 8

Ya puedes beber tu aguamiel casero.