Proceso de maduración

Las bananas son cortadas del árbol cuando todavía estan verdes para que puedan sobrevivir el largo viaje desde África o Centroamérica sin echarse a perder. Emiten gas etileno el cual cambia el color de la cáscara de verde oscuro a amarillo mientras convierte los almidones de la fruta en azúcar. Una banana madura se torna más dulce y con textura suave conforme el almidón se descompone dentro de la cáscara.

Refrigeración

El proceso de conversión del almidón trabaja mejor en temperaturas más cálidas (preferentemente 60 grados Fahrenheit (15 grados centígrados) o más). Este proceso se ralentiza considerablemente cuando las bananas se colocan en las temperaturas frías de un refrigerador. Siguen emitiendo gas etileno, sin embargo en los confines de tu refrigerador el gas continúa rompiendo las células de la cáscara de la banana haciendo que se ponga negra. La fruta dentro no cambia más por varios días.

Efectos en el sabor

Las bananas continuarán en la misma etapa de maduración por aproximadamente una semana en el refrigerador, sin embargo las cáscaras se pondrán negras y se verán poco atractivas. El sabor y la textura debe permanecer virtualmente sin afectarse aunque muchas personas prefieren comerlas a temperatura ambiente. Deja que las bananas refrigeradas se pongan a esta temperatura antes de pelarlas y cortarlas si prefieres la fruta más cálida. Las bananas no seguirán madurando una vez que se refrigeren, pero su textura comenzará a cambiar después de que las saques del refrigerador, así que úsalas dentro de las siguientes horas.

Bananas inmaduras

Si colocas bananas sin madurar en el refrigerador sus cáscaras se pondrán negras pero la fruta no madurará más. Para hacer madurar bananas verdes colócalas en una bolsa de papel marrón con una manzana madura. Cúbrelas con una toalla de papel húmedo y dóblalas al final de la bolsa para atrapar el gas etileno que suelte la manzana. Coloca la bolsa en un lugar cálido como arriba del refrigerador o de la alacena. La mayoría de las bananas madura en dos o tres días. Verifica la bolsa a diario para que no maduren demasiado. Si no planeas comértelas recién maduradas dentro de los próximos tres o cuatro días, ponlas en el refrigerador para detener el proceso de maduración.