¿Qué comen los topos?

Los topos son omnívoros, lo que significa que comen tanto animales como plantas. Los gusanos y otros pequeños invertebrados son sus favoritos en cuanto a comida, aunque también comen las hojas de las plantas, las bayas, las nueces y las frutas. La saliva que producen es tóxica y contiene elementos que paralizan a otros animales. Son prácticamente ciegos y confían en su poderoso sentido del olfato para cazar su comida. Tienden a no comer su presa enseguida y construyen madrigueras subterráneas en las que almacenan la comida. Se sabe que los topos grandes hasta cazan ratones. El topo Star Nosed puede detectar, cazar y comer a su presa en menos de 10 segundos.

¿Dónde viven los topos?

Norte América, el sur de África, Asia y toda Europa, excepto Irlanda, proveen los hábitat adecuados para las 20 especies de topos. Son principalmente nocturnos, aunque salen a la luz del día para cazar. Como viven en madrigueras subterráneas, que pueden cavar a un promedio de 18 pies (5,4 m) por hora debido a sus pezuñas afiladas y poderosas, necesitan áreas en las que el suelo sea blando y las rocas no estén cerca de la superficie. Las riberas de los ríos son especialmente buenos ambientes para ellos, debido que algunas de las especies son semi-acuáticas, ya que pasan cortos períodos de tiempo en el agua.

¿Cómo se reproducen los topos?

Los topos se aparean al principio de la primavera y la gestación de las crías es de alrededor de 1 mes. Las hembras dan a luz entre de dos a seis hijos que nacen con los ojos cerrados y sin piel. Dentro del mes de nacidas serán totalmente independientes. El topo macho no tiene influencia en la crianza de los pequeños. Los machos son animales solitarios y no hacen una pareja de por vida. En la naturaleza, el promedio de vida de estos animales es de 4 años, pero se sabe de algunos que llegaron hasta los 7 años.

¿Qué comen los topos?

Como todos los mamíferos pequeños, los topos tienen depredadores. Las variaciones en el tamaño significa que algunos topos no están tan amenazados como otros, aunque ninguna de las especies es especialmente grande. Los pájaros, los reptiles, los zorros y los lobos los comen. Pero la amenaza más grande que tienen son los humanos, que los cazaban por su piel, pero que ahora los persiguen cuando los encuentran en sus propiedades. Las madrigueras les permiten a los topos mantenerse fuera del alcance de sus depredadores la mayor parte del tiempo y sus nidos son tan pequeños que ni los hurones, ni las comadrejas, ni otros mamíferos que hacen madrigueras los pueden usar.