Cómo recalentar un pollo asado

Los pollos asados comprados en el supermercado se benefician de los condimentos que les pongas en casa.

Brand X Pictures/Brand X Pictures/Getty Images

Un pollo asado de supermercado provee una opción rápida para las comidas, ya sea para comerlo inmediatamente o para después. Agregarle tu propio condimento antes de recalentarlo permite que la sazón penetre en la carne y le brinde un sabor más óptimo al platillo final. El recalentado correcto asegura que el pollo sea seguro para comer mientras evita que se seque.

Almacenar el pollo asado

El almacenaje apropiado del pollo es vital si no lo vas a servir de inmediato. La bacteria causante de enfermedades empieza a crecer en el pollo entre las temperaturas de 40 y 140 grados Fahrenheit (4,4 a 60 grados Celsius). Si el pollo no se sirve de inmediato o si hay sobras envuélvelo en plástico para alimentos o en un papel aluminio y refrigéralo de inmediato. Utiliza el pollo dentro de los tres días, ya que empieza a bajar su calidad y su seguridad si se conserva refrigerado por un largo período de tiempo.

Opciones de condimentos

Antes de recalentar el pollo, un condimento puede añadir más sabor a la carne. El tipo de condimento depende en las sazones utilizadas en el proceso de asado del supermercado. También puedes utilizar azúcar y miel para un sabor un poco dulce. El condimento debe complementar el sabor original para un mejor resultado. Para un pollo asado dulce, un ligero toque de aceite de oliva y de miel funciona bien. Para un pollo con más sabor combina aceite de oliva con una pizca de sal y las hierbas de tu elección como el estragón, mejorana o salvia.

Recalentado en horno

Introduce un termómetro de carne en la parte más gruesa del pollo antes de colocarlo en el horno. Asegúrate de que el termómetro no entre en contacto con el hueso, ya que esto puede dar una lectura falsa. El pollo asado requiere un recalentado a una temperatura interna de 165 grados Fahrenheit (73 grados Celsius) para que sea seguro de comer. Calentarlo por 30 minutos a 350 grados Fahrenheit (176 grados Celsius) usualmente basta pero apégate al termómetro de carne y caliéntalo por un período más largo de tiempo si es necesario. Cubre el pollo con papel de aluminio para evitar que la carne se seque.

Recalentado en microondas

El microondas proporciona una opción de recalentado rápido, pero es una mejor opción para las pequeñas piezas de pollo en lugar de para un pollo entero. Corta el pollo antes de aplicarle el condimento y arregla las piezas en un plato para microondas. El pollo todavía tiene que recalentarse a 165 grados Fahrenheit (73 grados Celsius). El empaque contiene consejos de recalentado en microondas. Si no los tiene, utiliza un termómetro seguro para microondas para controlarlo durante el proceso de recalentado. Para pollo pre-cocido, recalentarlo en un nivel alto de dos a tres minutos puede ser suficiente. El manual del microondas puede brindarte tiempos de cocción más exactos para la potencia de salida. Las piezas pequeñas se recalientan más rápido así que controla el pollo de cerca.

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