Step 1

Sustituye el sirope de maíz oscuro por uno claro. Es la forma más fácil de reemplaazarlo en una receta. Si hay disponible del oscuro, úsalo taza a taza en las recetas. El producto acabado tendrá un color ligeramente más oscuro, pero debería ser el mismo que el de la receta original.

Step 2

Haz sirope de azúcar transparente. Usa 1 taza de azúcar en grano por cada 1/4 de taza de agua. Coloca el azúcar y el agua en una olla pequeña de fondo pesado y llévalo a ebullición. Quítala del fuego y deja que enfríe, removiendo para asegurarte de que todo el azúcar se haya disuelto. Enfría por completo antes de usarlo en recetas.

Step 3

Usa miel. Dará un olor diferente, y para algunas cosas horneadas puede ser incluso mejor que usar sirope de maíz. La miel es un producto natural y actúa más o menos igual que el sirope de maíz transparente. Reemplaza éste con una taza de miel por cada una de sirope en las recetas que lo usen transparente.

Step 4

Usa melaza en vez de sirope de maíz. La melaza es un sirope muy espeso y oscuro, y no sería adecuada para pasteles de textura más ligera, galletas o caramelos. Es genial para usar en pan y galletas especiadas, y es apropiada para sabrosas salsas con caldo de ternera o base de tomate. Es una buena elección cuando se necesitan sólo unas pocas cucharadas de té o hasta una cucharada de sirope de maíz.

Step 5

Sustituye el sirope de maíz con glucosa líquida. La glucosa es un sirope muy espeso y transparente con las mismas propiedades que el sirope de maíz habitual. Es genial para usar en caramelos, productos horneados y glaseados. La glucosa es mucho más espesa que el sirope de maíz, de modo que necesita ser sacada con una cuchara en vez de vertida.