Como reparar un aro abollado
Escrito por Robert Morello ; última actualización: February 01, 2018
Debido al estado de muchas calles en las ciudades, los baches pueden causar mucho daño a los aros y llantas de los autos cada año. Si el resultado de ese impacto es una rajadura en el aro, es probable que no tengas otra opción que colocar uno nuevo. Los autos de hoy en día, sin embargo, a menudo vienen con aros hechos de aleaciones de materiales. Estos por lo general son más duros y más capaces de soportar el impacto violento doblándose en lugar de quebrándose. Y esos dobleces o abolladuras no son una sentencia de muerte.
Quita la rueda del auto
Coloca tu auto en estacionamiento y activa el freno de emergencia (para transmisión estándar, coloca el auto en velocidad en lugar de en estacionamiento) para evitar que las ruedas giren mientras giras los pernos. Levanta el auto con un gato profesional o el que venía con tu auto. Una vez arriba, afloja cada perno del aro con la llave proporcionada por el fabricante, también encontrada con el gato del fabricante. Coloca la llanta de repuesto provista por el fabricante y aprieta cada perno con la llave, asegurándote de apretar cada perno uniformemente hasta que estén fijos.
Quita la llanta del aro colocando una palanca entre la llanta y el borde del aro. Una vez adentro, haz presión en la palanca hasta que el borde de la llanta salga del aro. Desliza la palanca alrededor del aro hasta que un extremo de la llanta esté completamente fuera del aro. Voltea el aro y mueve la palanca entre el borde remanente de la llanta y el mismo lado del aro que recién usaste. Básicamente estás haciendo la misma maniobra otra vez pero del otro lado. Deslízala en todo el borde. Ahora tu llanta está fuera del aro.
Repite el proceso con las otras ruedas, si es necesario.
Reparando el aro abollado
Encuentras el área abollada en el aro y asegúrate de que no hayan rajaduras delgadas presentes. Coloca el aro en un piso nivelado de cemento o asfalto, con el lado abollado hacia arriba. Enciende tu soplete y coloca la llama en frío azul, luego coloca la llama en el área abollada y sostén ahí. Debes seguir calentando el área abollada con el soplete por varios minutos hasta que haya alcanzado un nivel apropiado de maleabilidad. Esto dependerá del tipo de aro, el grosor y el material.
Para el aro sobre uno de sus lados con el área abollada hacia abajo. Usando el martillo, comienza a golpear el área abollada, desde el interior del aro hacia el exterior y saca la abolladura del aro. A medida que el aro se enfría, deja de martillar y recalienta. Cada sesión de martillado debe durar aproximadamente cinco minutos antes de que el aro se enfríe y requiera más calor. Repite este paso hasta que el interior del aro haya recuperado su forma y sea igual que la curva de la porción no abollada del aro. Realiza los mismos pasos en el borde exterior del aro, pero no martilles el labio del aro. Después de algo de esfuerzo, el aro debería comenzar a recuperar algo muy similar a su forma original.
Vuelve a instalar la llanta en el aro usando la palanca en el movimiento opuesto. Coloca el aro plano en el piso y la llanta plana sobre el aro. Deja que un extremo de la llanta cuelgue del borde del aro y mueve la palanca en el hueco. Dobla la llanta sobre el borde del aro y desliza la palanca en todo alrededor del aro hasta que un lado de la llanta esté en el aro. Repite con el otro lado de la llanta. Si esto es muy difícil, lleva la llanta y el aro a un mecánico cercano quien podrá realizar este paso y los pasos siguientes por un precio mínimo.
Vuelve a inflar la llanta y pruébala usando una mezcla de agua y detergente para platos. Vierte la mezcla sobre la llanta inflada en el aro y busca burbujas. Las burbujas indican fugas. Idealmente sumerge la llanta en agua jabonosa y busca burbujas. Este método será más fácil de notar.
Vuelve a instalar la llanta y el aro en tu auto. Aprieta las tuercas de los pernos uniformemente como lo hiciste con la llanta de repuesto. Prueba la llanta y el aro manejando en áreas desiertas a velocidades variantes y buscando temblores o vaivenes. Si notas algo que no se siente o suena normal, maneja directamente hacia donde tu mecánico y haz que te instale un nuevo aro.
Consejos
Tu mecánico local tendrá un sellador de llantas que, cuando se coloca entre el aro y la llanta, prevendrá y detendrá la mayoría de fugas pequeñas al menos temporalmente. Asegúrate de que aplique esto cuando vuelva a instalar la llanta.
Advertencias
El calor intenso y el martilleo involucrado para reparar un aro abollado puede causar que la capa transparente o la pintura se escame y se caiga en el área en la que trabajas o más alla.
El aro estará extremadamente caliente cuando trabajes en él: ten cuidado.
No hay garantía de que tu aro funcionará apropiadamente una vez que lo repares. Esto es solo una reparación temporal, y un nuevo aro debe ser comprado tan pronto como puedas.
Haz que un mecánico licenciado revise el aro una vez que hayas completado las reparaciones para asegurarte de que al manejar sea seguro.
