Fundamentos de la construcción

Al elegir una ubicación para tu cabaña de madera, es importante que elijas una posición elevada o una zona que tú sepas que permanecerá relativamente seca durante todo el año. Los terrenos pantanosos o un lugar en la parte inferior de una colina en donde el agua que baje por ella se acumule no son sitios ideales para una estructura de madera como una cabaña. Empieza por limpiar la tierra de cualquier maleza que pudiera interferir con el proceso de construcción y nivela el suelo tanto como sea posible. Dependiendo del tamaño de la cabaña, es posible que desees construir una base de hormigón, o simplemente utilizar troncos grandes como marcos y colocarlos en paralelo el uno al otro en las esquinas para conformar la estructura principal.

La elección de la madera para tu cabaña es la decisión estructural más importante que harás. Tallar tus propios troncos es una opción de trabajo intensivo, pero hay compañías madereras que ofrecen troncos cortados a mano o a máquina en variedad de tamaños. Las dimensiones de tu cabaña dependerán del tamaño de los troncos. La regla general es que cuanto más pequeña sea la cabaña, más pequeños serán los troncos. Por ejemplo, si estás construyendo una cabaña de 500 pies cuadrados, quizás quieras optar por los troncos de 12 a 14 pulgadas de diámetro. Si estás construyendo una cabaña de 2000 pies cuadrados, los troncos con una circunferencia de 16 pulgadas pueden ser más apropiados.

Antes de levantar las paredes, debes ocuparte del piso. Utilizando la sierra, haz muescas en los troncos de la estructura principal para encajar la madera que va a dar soporte a las tablas que conformarán el piso. O bien, puedes hacer muescas en estas tablas para apoyarse sobre la estructura principal. Una vez que estos soportes se instalan distribuidos uniformemente a través de la superficie del suelo, puedes hacer muescas en las tablas del piso real para encajar en ellos. Ten en cuenta que estas tablas deben encajar perfectamente al instalarse sin que haya espacios entre ellas.

Cuando la base del piso esté lista, puedes empezar a trabajar en las paredes. Ensamblar los troncos de las paredes permitirá que tu cabaña vaya tomando forma. Hay una serie de opciones para empalmar los troncos en las esquinas, incluyendo ensamble a media madera, en cola de milano y solapado sencillo. En este caso, el mejor método es el ensamble a media madera. Corta una muesca de un pie en los extremos de cada tronco. Una vez que lo hagas, encaja las muescas en los pilares esquineros de la estructura principal. Continúa haciéndolo e instalándolos uno sobre otro hasta alcanzar la altura vertical deseada. Ten en cuenta que cuando llegues a la altura establecida para las puertas y ventanas, debes hacer los cortes correspondientes y no esperar a que la pared esté completamente levantada.

Cuando hayas terminado las paredes, estarás listo para construir el techo. Una de las maneras más sencillas de hacerlo es acomodar los troncos tal como lo hiciste con las paredes, pero poniendo cada par de troncos, a ambos lados de la cubierta, de tal manera que se reúnan en el centro del techo. Si no deseas utilizar troncos para esto, puedes optar por materiales naturales como la paja o la corteza. Las capas deben ser pesadas ​​y la paja firmemente trenzada, de lo contrario el techo presentará fugas. Si prefieres usar tejas, simplemente pon agarres para estas en la parte superior del techo y continúa haciéndolo, instalando al mismo tiempo las tejas sobre las tablas en un patrón consistente. Por último, querrás instalar puertas y ventanas en la cabaña. Si no deseas utilizar cristal, puedes usar persianas de madera clavadas en la parte exterior de la cabina y que se puedan cerrar para conseguir privacidad y seguridad.