Enseñando gramos y libras a los niños

Escrito por Fred Decker ; última actualización: February 01, 2018
Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

Pesar y medir con precisión son dos habilidades de la vida práctica y habilidades científicas fundamentales. Enseñar a niños en edad escolar cómo trabajar con mediciones de peso es una parte importante del proceso educacional. Los niños deberían entender cómo medir en libras y onzas, y convertir entre ellas. Además, ya que la mayoría del mundo funciona con el sistema métrico, la comprensión de gramos y kilogramos es también útil.

Libras y onzas

Ya que libras y onzas son las las medidas habituales de peso en los EE.UU., es importante que los niños entiendan cómo funcionan. Los niños de cualquier edad pueden aprender a usar una balanza. Convertir onzas y libras requiere multiplicación y división, así que espera a que tus niños lleguen a ese nivel en los estudios de matemática. Haz que tus niños se pesen a ellos mismos y multipliquen su peso por 16 para llegar al número total de onzas. Por el contrario, establece varios elementos en una balanza de cocina para las libras. Haz que los niños dividan por 16 para determinar el número de libras y las onzas sobrantes.

Gramos y kilogramos

Una vez que tus niños tengan el truco de convertir onzas y libras y viceversa, es hora de que le echen un vistazo al sistema métrico. Explica cómo cambia sus medidas el sistema métrico en múltiplos de 10, 100 y 1000. Lleva una balanza métrica y haz que los niños se pesen a sí mismos de nuevo. Haz que dividan su peso en gramos por 1000 para llegar al número correcto en kilogramos, o multiplica su peso en kilogramos por 1000 para llegar al número de gramos.

Conversiones

Es más fácil trabajar con pesos en cualquier medida que se les de, ya sea en las unidades tradicionales de Norteamérica o las unidades métricas correspondientes. Sin embargo, a veces es necesario convertir de una a la otra. Imprime una tabla de conversión de Internet para referir a los niños. Dales problemas de conversión, cambiando gramos y kilogramos a libras y onzas o viceversa. Desafía a los niños a memorizar las conversiones, de modo que puedan hacer la cuenta incluso cuando no haya una tabla de conversión de referencia. Ofrece un premio.

Discusión

La demostración es sólo una parte de la imagen educativa. Para que los niños realmente internalicen el material, es mejor hacer que hablen de ello. Pregúntales cuál les resultó más fácil, convertir entre libras y onzas o kilogramos y gramos. Haz que discutan qué nivel de precisión es necesario cuando se realizan conversiones métricas. ¿Cuántos puntos decimales deberían usarse al convertir una recete, por ejemplo, a diferencia de un experimento científico? ¿Cuándo sería apropiado redondear las conversiones, contando un kilogramo como 2 libras o una libra como 500 gramos?

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