Signos de un jamón en mal estado

Mantén el jamón en refrigeración a alrededor de 32 grados Fahrenheit (0 grados Celsius).

Medioimages/Photodisc/Photodisc/Getty Images

El jamón que se almacena a temperaturas superiores de 40º Fahrenheit (4º Celsius) o que se conserva más allá de su fecha de caducidad, puede desarrollar bacterias muy dañinas que provocan intoxicación alimentaria. La temperatura ideal de almacenamiento para el jamón es de 32 grados Fahrenheit (0º Celsius). Dale seguimiento a la fecha en que lo compraste para que tengas una idea clara de si sigue siendo apto para consumo. Un jamón cocido generalmente durará 3 o 4 días en el refrigerador, pero en caso de que tengas duda, debes buscar señales que te indiquen si continúa en buen estado o si se ha echado a perder.

Aroma

El jamón que se ha echado a perder a veces emite un olor fétido similar al del azufre o el amoniaco, pero debes prestar atención a cualquier olor desagradable. El mal olor es causado por las enzimas, proteínas y grasas que comienzan a transformarse, lo mismo que por el desarrollo de bacterias, moho y levaduras. A veces, un jamón estropeado emitirá un olor muy evidente. Si la carne ha estado en la nevera durante un par de días, no dudes en pasarlo por tu nariz para asegurarte de que huele como debe.

Limo

El jamón que está desarrollando moho, levaduras o bacterias puede sentirse pegajoso o viscoso al tacto. En ese caso notarás que aparece una sustancia adhesiva transparente sobre la carne. A menudo es evidente que el jamón se ha vuelto viscoso aún sin tocarlo. Si revisas la carne con las manos, asegúrate de lavarse las manos inmediatamente después de hacerlo para evitar la propagación de las bacterias. Trata de diferenciar esta película pegajosa que se conoce como limo y lo que es un brillo normal, saludable y no pegajoso. La presencia de minerales en las carnes curadas son la causa del brillo, explica Federal Citizen Information Center (Centro Federal de Información).

Decoloración

El jamón que se ha echado a perder tomará ciertos colores extraños que van del blanco o negro al verde o gris. En general, esto indica que el moho ha empezado a crecer. A veces, la superficie se vuelve marrón o gris como resultado de las proteínas descomponiéndose. En estado normal, los jamones presentan un color rosa brillante con un ligero matiz grisáceo. A veces ciertas carnes llegan a mostrar un color rosa pálido, pero esto no indica el crecimiento de bacterias. Simplemente significa que el jamón contiene una gran cantidad de agua.

Sin signo alguno

No olvides que aún el jamón que parece normal puede ser anfitrión de bacterias que causan intoxicación alimentaria, informa la Universidad de Purdue. El hecho de cocinar, manejar y almacenar el jamón adecuadamente es importante para prevenir el desarrollo de bacterias. Recuerda que al cocinar las carnes curadas a 160º Fahrenheit (71º Celsius) estarás matando cualquier huésped nocivo como el Trichinella spiralis, un parásito específico de los productos de cerdo. Siempre que sea posible, evita comer jamón que no haya sido bien cocinado. Evita también el consumo de cualquier carne que no esté debidamente envuelta mientras se almacena en el refrigerador, ya que una gran cantidad de bacterias invisibles pueden estar presentes en la superficie.

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