El síndrome vestibular geriátrico canino

Janie Airey/Lifesize/Getty Images

Ver cómo tu perro sufre los efectos del síndrome vestibular geriátrico puede ser algo terrible. Por la repentina aparición de los síntomas y los movimientos incontrolados que suelen ir asociados a esta enfermedad, son muchos los propietarios que piensan que su perro ha sufrido un accidente cerebrovascular. La buena noticia tanto para ti como para tu perro es que la recuperación suele ser rápida.

Sistema vestibular

El laberinto vestibular periférico contiene diminutos vellos que interactúan con las fibras nerviosas. La información es llevada hasta el cerebro por estas fibras, junto con los datos que provienen de otros sistemas sensoriales (como son el visual, el cognitivo y el visceral), se combinan en el cerebro para proporcionarle al cuerpo una sensación global de su localización en el espacio. Esta información es enviada luego al centro de control del equilibrio situado en el cerebro. Este órgano utiliza esta información para hacer indicaciones a los músculos que controlan los ojos y las extremidades y para, en última instancia, coordinar estos músculos con el movimiento de la cabeza. Cuando se padece el síndrome vestibular, estas señales no se pueden coordinar, lo que conlleva la aparición de problemas en el equilibrio, la visión y el control muscular.

Síndrome vestibular geriátrico

El síndrome vestibular geriátrico, también conocido como síndrome vestibular idiopático, es una causa común de problemas vestibulares caninos. La mayoría de los perros afectados tiene alrededor de 12 años; no obstante, puede afectar también a perros más jóvenes. Esta enfermedad suele tener un comienzo repentino y muchas veces se diagnostica erróneamente como accidente cerebrovascular.

Entre los síntomas del síndrome vestibular idiopático se incluye la ataxia, que es una falta de coordinación muscular que lleva a que la cabeza y el cuerpo se balanceen de un lado a otro. La ataxia también puede provocar que el perro se incline hacia un lado hasta caer y, en algunos casos, que ruede repetidamente hacia un lado. Otro signo muy común es el ladeo anormal de la cabeza, (conocido también por su nombre en inglés, “head-tilt”). El nistagmo, un movimiento rápido de los ojos arriba y abajo o de un lado a otro, también suele aparecer. Algunos perros experimentarán además vómitos severos, provocados por la sensación de mareo que va asociada al nistagmo.

Diagnosis y tratamiento

No existe causa conocida para el síndrome vestibular geriátrico. La edad del perro y la rápida aparición de los síntomas conforman la primera pista para elaborar un diagnóstico. Cuando el veterinario sospecha que el perro padece un síndrome vestibular geriátrico, en muchas ocasiones lo que aplica es un tratamiento de apoyo durante las primeras 72 horas, hasta determinar si comienza a haber mejoría. Si se produce un alivio de los síntomas, no suelen ser necesarias pruebas adicionales.

Pronóstico

Normalmente, los perros comienzan a mostrar signo de mejoría en las 72 horas que siguen a la aparición de los primeros síntomas. Los vómitos disminuyen, y el nistagmo y la ataxia se van aliviando de forma gradual. En los siguientes días, el ladeo de la cabeza no será tan pronunciado y la ataxia comenzará a desaparecer. La mayoría de los perros vuelve a la normalidad en dos o tres semanas; no obstante, es posible que persista una ligera inclinación de la cabeza. En la mayor parte de los casos no se experimentan episodios repetidos. Los animales expuestos a situaciones estresantes pueden sufrir una recaída que, por lo general, es leve y desaparece rápidamente.

Otras enfermedades vestibulares

Aparte del síndrome geriátrico vestibular, hay otras enfermedades vestibulares que pueden afectar a los perros. Pueden dividirse en dos categorías: la enfermedad vestibular periférica y la enfermedad vestibular central. Estas dolencias presentan los mismos síntomas que el síndrome vestibular geriátrico, con la salvedad de que, por lo general, pueden atribuirse a alguna causa. Entre los motivos que provocan la enfermedad vestibular periférica se incluyen los trastornos en el oído medio e interno, los traumatismos, las malformaciones congénitas y la insuficiencia tiroidea. Por su parte, la enfermedad vestibular central puede estar causada por la presencia de hemorragia cerebral, encefalitis, tumor cerebral o traumatismos, o por la toxicidad de algún medicamento.

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