Metas financieras a corto plazo

Si buscas tomar el control de tus asuntos financieros, tendrás que desarrollar metas. Las metas son destinos a los que sólo se puede llegar con una acción planificada. Los mejores metas financieras a corto plazo son pequeñas tareas, como organizar tus documentos financieros y crear un presupuesto. La salud financiera comienza con completar las metas a corto plazo que te ayudarán a lograr tus metas financieras más ambiciosas más adelante y a largo plazo.

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Organiza tus documentos financieros

Si existen registros financieros en un estado de pilas desordenadas en tu escritorio, entonces, el primer objetivo a corto plazo para ti será organizar tus registros financieros. Al organizar esta información financiera estarás al mismo tiempo revisando tu situación financiera. Crea un archivo para cada categoría de tus deudas, tales como hipotecas, préstamos estudiantiles, pagaré del auto, servicios públicos y teléfono.

Empezando en un nuevo cuaderno anota el nombre de cada acreedor, el saldo total adeudado, saldo mensual mínimo requerido y la fecha de vencimiento. Esta es la instantánea de tu deuda. Se trata de información que será importante cuando empieces a desarrollar metas a largo plazo, como la reducción de tu deuda.

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Crea un presupuesto

Una vez que hayas anotado todas tus deudas y gastos, comienza a desarrollar un presupuesto. Un presupuesto es el saldo de tus deudas y gastos descontados de tus ingresos mensuales. Esto incluye los costos mensuales esenciales como la vivienda, el transporte y los alimentos. También debe incluir una cantidad de ahorro mensual. Puede incluir también los préstamos estudiantiles y deudas de tarjetas de crédito, así como los importes correspondientes a gastos imprevistos, tales como ropa, entretenimiento y vacaciones anuales. La sección de recursos incluye una hoja de presupuesto detallado elaborado por la Asociación Americana de Banqueros.

Mediante la creación de un presupuesto, puedes darte cuenta que tus ingresos no son suficientes para cumplir con tus deudas y gastos. El objetivo es hacer ajustes inteligentes para desarrollar un presupuesto personal equilibrado. Recuerda que un presupuesto es sólo bueno cuando se trata de un presupuesto razonable y cuando te adhieres a sus dictados.

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Desarrolla un fondo de emergencia

Un fondo de emergencia es un amortiguador que te ayuda en caso de contratiempos temporales tales como el desempleo, gastos médicos no cubiertos, o reparaciones inesperadas del hogar. Un buen fondo de emergencia también debe ser igual a la cantidad que necesitas para satisfacer tus necesidades mensuales durante tres o seis meses. El número de meses ahorrados en el fondo se basa en tus recursos disponibles y tu nivel de comodidad personal.

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Implementa un plan de ahorro

Ahorrar para un día de lluvia nunca pasa de moda. Aunque que comiences tus ahorros con tu objetivo a corto plazo de desarrollar un fondo de emergencia personal, una vez que hayas logrado esto, sigue ahorrando. La regla general es ahorrar 10 por ciento de tu ingreso neto. Esto será determinado por tu situación específica, como la cantidad de tus ingresos, deudas y gastos.

Reducir el gasto es una de las maneras más efectivas para aumentar tus ahorros. Si vives todavía en la casa de tus padres, por ejemplo, puedes tener más ingresos disponibles para ahorrar. Lo más importante es que no te comprometas con algo que no puedas cumplir, fijando un importe de ahorro mensual demasiado alto. Cuando no se cumplen las metas de ahorro, puede ser desalentador. Comienza con poco y construye.

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