Técnicas de reformulación para comportamiento negativo de un niño

Cómo miras el comportamiento de un niño determina cómo el niño se ve a sí mismo.

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La reformulación es una técnica para ayudar a cambiar los hábitos y el comportamiento del niño. Es una técnica paradójica que ayuda tanto a padres e hijos a cambiar su forma de pensar acerca de la conducta. El padre reformula lo que puede ser un rasgo o experiencia negativa, convirtiéndolo en algo positivo. Esto ayuda a que el niño experimente un cambió profundo y más duradero.

¿Qué es la reformulación?

La reformulación fue desarrollada por el psicólogo Aaron Beck, el creador de la Terapia Cognitiva. Su teoría afirma que nos comportamos de la manera en que entendemos. Al cambiar lo que entendemos, podemos cambiar el comportamiento. La reformulación ayuda a los padres a mirar los aspectos positivos de la conducta de cualquier niño. Muchos de los comportamientos que los padres encuentran perturbadores también pueden tener aspectos positivos. Por ejemplo, el niño de carácter fuerte puede parecer terco a la hora de acostarse, pero también tiene un sentido más sólido de sí mismo que sus amigos más tímidos. Enfocar y fomentar las conductas positivas enseña al niño que es valorado y aceptado por quién es. Esto evita las luchas de poder y resulta en padres e hijos más felices. Esta es la esencia de la reformulación.

Reformulación para los padres

Gran parte de la reformulación implica cambiar la forma en que ves el comportamiento de tu hijo. Considera su comportamiento más molesto. Quizás este comportamiento sea el ser quisquilloso a la hora comer, soñar despierto o jugar demasiados juegos de vídeo, o tal vez que sea demasiado malhumorado o un poco salvaje. Antes de tomar medidas drásticas contra el niño, observa bien su comportamiento. La Dra. Christine Belaire, PhD, terapeuta matrimonial y familiar, sugiere que los padres busquen aspectos positivos de la conducta negativa. El niño que es quisquilloso con la comida puede ser menos propenso a comer sin pensar. Tu niño soñador puede tener una imaginación muy pulida y tu niño aficionado a los juegos de video puede tener una excelente coordinación visual-manual. Una vez que identifiques lo positivo, sabrás qué promover.

Reformulación para niños

Una de las mejores cosas de la reformulación es cómo puede afectar la autoestima de un niño. El sitio web de Healthy Children sugiere que los niños se sienten fuertes cuando tienen las herramientas para hacer frente a su propia singularidad. Cuando los padres reconocen y aceptan lo que es diferente en el niño, éste puede aceptarse a sí mismo también. Por ejemplo, el niño que lucha con la dislexia puede verse a sí mismo como estúpido. En su lugar, trata de decir: "La dislexia es una palabra que describe a las personas que piensan diferente". Esto ayuda a que el niño se vea a sí mismo como alguien especial, en lugar de alguien que tiene una discapacidad de lectura.

Cómo reformular

Inicia el proceso de reformulación elaborando una lista de los comportamientos más negativos de tu hijo. Escribe cada comportamiento en forma de oración. Por ejemplo, si tu hijo es un inquieto constante, podrías escribir: "Jasper siempre está corriendo". Reformula la frase de manera positiva: "Jasper tiene mucha energía y siempre está activo". Una vez que hayas identificado lo positivo, compártelo con tu hijo. Puedes decir: "Jasper, me encanta tu forma de jugar tan apasionada. Eso mantendrá tu cuerpo sano toda la vida". Por último, busca formas de fomentar el aspecto positivo. Por ejemplo, podrías buscar equipos deportivos, clases de gimnasia, o incluso llevar a tu hijo a correr. Cualquiera de ellos lo ayudará a sentirse aceptado, nutrido y amado.

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