Tiempos de cocción de un capón

Los capones se castran para que tengan mayor contenido graso y lograr un ave más sabrosa y tierna.

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Un capón es un pollo castrado cuya carne se considera más tierna y sabrosa que las de sus contrapartes en el supermercado. El capón es el resultado de la castración quirúrgica o, en grandes operaciones comerciales, de la inducción de hormonas. Los capones con la etiqueta "todo natural" fueron castrados quirúrgicamente. Las aves tienden a crecer más -hasta 10 libras (4,5 kg)- y tienen mayor contenido de grasa que los gallos normales.

Capón a la parrilla

Para asar un capón tierno, coloca el ave con la pechuga hacia abajo en una asadera. Debido al mayor contenido de grasa, asar un capón de esta manera permite que los jugos fluyan por gravedad hacia la carne de la pechuga, mejorando el sabor y ablandando aún más al ave de corral mientras se cocina. Cocina el ave sazonada y rellena -si lo deseas- a 450 grados (230º C). Retírala del horno después de media hora y dále la vuelta para que quede con la pechuga hacia arriba. Luego, baja la temperatura del horno a 375 grados (190º C). Mientras que el horno se enfría para el resto de la cocción, rocía el capón con sus propios jugos, producidos en los primeros 20 minutos de cocción.

Tiempos de cocción

Los capones requieren más tiempo para cocinarse que los pollos típicos debido a su tamaño más grande. Asar los capones a temperaturas más bajas ayuda a realzar el sabor, pero es mayor el tiempo de cocción. Como regla general, un capón debe asarse durante 17 minutos por libra (450 gr), por lo que un ave de 10 1/2 libras (4,700 kg) requerirá un tiempo total de cocción de poco menos de 3 horas. Las aves de corral estarán cocidas cuando, al insertar un termómetro para carne en la parte más gruesa del muslo, este marque 170 grados (76º C) y los jugos que salgan sean claros.

Condimentos

Frota una mezcla de hierbas y especias sobre el capón para sellar los jugos y evitar que la piel se queme durante los largos tiempos de asado. Después de enjuagar el ave y colocarla en una bandeja, seca la piel con toallas de papel dando pequeños golpeteos, luego frótalo totalmente con aceite de oliva de buena calidad. La selección de hierbas y especias están limitadas sólo por tu imaginación, pero algunas buenas opciones son la salvia y la pimienta negra, la ralladura de limón y estragón, y cualquiera de las variedades de curry si se está preparando un plato indio. Frota la mezcla en la piel. Haz cortes en la carne del pecho con un cuchillo afilado para ayudar a que el sabor de las hierbas penetre en el ave durante la cocción.

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