Religión azteca

Los aztecas adoraban a un sistema intrincado de dioses, y los tres más importantes eran Huitzilopochtli, el dios de la guerra, Tezcatlipoca, el dios principal, y Quetzalcóatl, el dios de la civilización. La mayoría de los aztecas creían que los dioses debían ser apaciguados y que no aportarían nada a la humanidad si esta no les hacía sacrificios. El sacrificio humano fue practicado a gran escala y también rendían tributo a los dioses a través de obras de teatro, ofrendas de comida y eventos deportivos. Creían que todos los días del año eran supervisados por un dios bueno y uno malo. A través de una serie de cálculos complejos, utilizando calendarios, los seres humanos podrían predecir lo que ocurriría y cómo apaciguar a los dioses para obtener un mejor resultado.

Cerámica y escultura

Los aztecas usaban la cerámica tanto para fines prácticos como religiosos. Esta a menudo estaba adornada con imágenes de los dioses y patrones pintados a mano. Los templos contenían elaboradas esculturas realizadas en bajorrelieve que representaban a los dioses o imágenes de los seleccionados para el sacrificio humano. Los artesanos también creaban esculturas pequeñas de personas y animales hechas de cristales, en especial de cuarzo, jade y obsidiana. El calendario azteca era una parte importante de las creencias religiosas de la civilización y tenían tanto uno solar como uno ritual. Los calendarios eran tallados en piedra, y usaban bandas circulares para tallar y pintar los días del año.

Pintura y escritura

Los aztecas crearon pictogramas, que eran pequeños cuadros que registraban eventos de la vida y la historia de la tribu. Los escribas utilizaban materiales naturales, como aceites vegetales, para hacer los dibujos. Los pictogramas también fueron utilizados en el sistema matemático azteca, con pinturas de diferentes objetos que representaban números específicos.

Artes rituales

Estas tribus usaban para sus rituales máscaras que representaban a los ciudadanos importantes en la comunidad y a los dioses, así como tocados. Los artesanos adornaban los tocados con plumas de aves, las que también se utilizaban para adornar la vestimenta de la nobleza. Los guerreros aztecas eran tatuados con diseños que representan los logros de un guerrero en particular.