Una puerta de garaje tiene muchas partes móviles, cada una para diferentes funciones. Si bien hay disponibles lubricantes preparados comercialmente para puertas de garaje, la mayoría de las partes pueden ser protegidas con aceite común barato. El uso del tipo incorrecto de lubricante puede acortar la vida útil de tu sistema de apertura, o incluso presentar una condición poco segura. Lubrica la puerta del garaje con regularidad para asegurar un funcionamiento suave y silencioso.

Bisagras, canaletas y carriles

Las partes más importantes que debes lubricar de tu puerta de garaje para minimizar los ruidos y chirridos son las bisagras y los rodillos. Utiliza un aceite casero liviano o aceite de motor en lugar de un aceite pesado o grasa. Los lubricantes populares para eliminar agua son demasiado livianas para proteger estas piezas. Debido a las condiciones climáticas extremas a las que las puertas de garaje están expuestas normalmente, una aplicación frecuente de aceite liviano soportará mejor la carga que la grasa pesada. La grasa también atraerá el polvo y la arena, erosionando a los rodillos. Sopla el polvo o la suciedad de los carriles y las bisagras con un aspirador o compresor de aire, coloca unas gotas de aceite en las costuras de cada bisagra y el soporte del rodillo con una aceitera. Añade una gota al exterior de cada pasador de rodillo. Si los rodillos de la puerta son de acero aplica una pequeña cantidad de aceite (no más de seis gotas) al carril alrededor de un pie (30 cm) por encima de la curva de 90 grados. Si tienes rodillos de nailon utiliza un lubricante seco como el grafito en polvo, ya que el aceite puede dañar dicho material. Después de aplicar el aceite, abre y cierra la puerta de dos o tres veces para distribuir el lubricante.

Otras partes

Aplica unas gotas de aceite o aceite liviano a la parte inferior de la puerta, donde los cables se conectan a los ejes de las poleas de tensión. Si tu puerta tiene un resorte de tensión, aplica una linea de aceite liviano a la parte superior o utiliza un rocío de silicona para evitar la corrosión. Lubrica las cerraduras de la puerta, tanto el mecanismo de la llave como los cerrojos que sujetan la puerta cerrada. Si la puerta se acciona con un sistema de transmisión por cadena o tornillo, utiliza un rocío de silicona para que funcione de manera eficiente. En climas húmedos, aplica el rocío de silicona a la parte inferior 18 pulgadas (45,7 cm) sobre el carril para mantener el agua fuera. Vuelve a aplicar el lubricante cada seis meses. Este es también un buen momento para asegurarte de que las características de seguridad de la puerta funcionan correctamente.