Historia

Hacia la década de 1860, los médicos comenzaron a notar que las personas con lesiones cerebrales experimentaban dificultades en la lectura y escritura. Los estudios de dislexia se realizaron en cuatro etapas y datan del siglo XIX, época en la que Franz Joseph Gall estudió pacientes afásicos y ayudó a definir por primera vez los diferentes espacios funcionales del cerebro. El término "dislexia" fue utilizado por primera vez en 1872 por el médico R. Berlin de Stuttgart, Alemania, para describir el caso de un adulto que había perdido la capacidad lectora debido a una lesión cerebral.

Tipos de dislexia

Los tipos principales de dislexia son fonológica, superficial y un tipo de dislexia en el que se combina la dificultad para procesar la información auditiva y visual. La dislexia puede ser evolutiva (que puede afligir a un niño durante su desarrollo y durante la etapa adulta) o adquirida debido a una enfermedad o lesión cerebral. Los casos más comunes en niños son de carácter evolutivos.

Superficial y fonológica

La dislexia superficial refiere a la dificultad relacionada a la memoria y reconocimiento de palabras, en especial en el caso de palabras que poseen sonidos irregulares. Un niño puede tener problemas para distinguir entre la pronunciación suave y fuerte de la letra "c". La dislexia superficial hará que utilice la pronunciación más común, lo que provocará errores en la lectura y escritura. La dislexia fonológica es la dificultad para procesar adecuadamente los sonidos del lenguaje. La dislexia fonológica origina la escritura incorrecta de palabras debido a la incapacidad de analizar y sintetizar los sonidos del habla.

Diagnóstico

Entre los síntomas de la dislexia se incluye la desorganización, la falta de coordinación y la dificultad para comprender o recordar lo que se escucha. Los signos relacionados al comportamiento incluyen depresión o comportamiento introvertido. En un intento por desviar la atención de su dificultad en el aprendizaje, el niño puede exteriorizar y expresar su baja autoestima y la falta de interés en actividades relacionadas a la escuela.

Tratamiento

La educación especial trata la dislexia y se ajusta a las deficiencias de cada niño en particular. Las evaluaciones psicológicas determinan las deficiencias del niño para luego poder desarrollar un plan de tratamiento. Actualmente, la reglamentación federal establece que cualquier niño diagnosticado con dislexia debe recibir un plan de educación individualizado (Individualized Education Program o IEP). La dislexia es una afección de por vida y que, si bien el tratamiento puede ayudar a que un niño aprenda a leer, siempre tendrá que realizar un esfuerzo extra.