¿Para qué se usaron las catapultas ​​en los tiempos medievales?

Las murallas del castillo se construyeron para resistir los ataques de catapultas.

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La guerra medieval consistió en una fuerza militar sitiando un castillo, ciudad o fortaleza y a sus habitantes. A menudo, los castillos eran rodeados de agua, o fosas, dificultando el acceso directo. Las catapultas fueron utilizadas para propulsar objetos, tanto por encima de los muros del castillo como contra ellos. Un ataque con catapultas era el equivalente medieval del ataque aéreo.

Orígenes

Las catapultas han sido utilizados en la guerra de asedio a lo largo de la historia. Llegaron a Europa a principios de la Edad Media y fueron utilizadas ampliamente por los franceses, quienes las introdujeron en Inglaterra en 1216, durante el asedio de Dover. Las catapultas se volvieron obsoletas con la introducción de la pólvora en el siglo XIV.

Usos

La catapulta fue utilizada para propulsar proyectiles en y sobre la pared de un castillo o una ciudad. Era un arma clave en la guerra medieval, rompiendo el asedio más rápidamente que cortando el suministro de bienes.

Fue el primer instrumento de la guerra biológica. Animales en descomposición y cadáveres infectados con la peste negra eran propulsados ​​por encima del muro para propagar enfermedades entre los habitantes.

Objetos llameantes eran utilizados para matar a un gran número de la fuerza sitiada con un solo tiro, especialmente a aquellas personas en las almenas; mientras que las rocas se utilizaban para derruir el propio castillo, o el muro de la ciudad, y exponer a las personas que se escondían en el interior.

Tipos de catapulta

La Ballista básicamente era una ballesta gigante que disparaba un gran número de flechas y dardos a lo largo de una trayectoria plana, similar a lanzar rápidamente puré de patatas en la mesa de la cena. La Ballista también era conocida como el Springald.

Las Mangonels eran catapultas gigantes con ruedas capaces de lanzar rocas y otros proyectiles grandes a grandes distancias, por lo general dirigidas a las paredes del castillo. Los objetos se colocaban en un recipiente o cubo se lanzaban usando un brazo. También fueron conocidas como el onagro.

El poderoso Trebauchet se utilizó para impulsar un gran número de piedras, u objetos en llamas, en una sola vez. Se consideró la catapulta más mortífera de todas.

Construcción

La Europa medieval estaba cubierta de bosque denso, por lo que la madera estaba fácilmente disponible. La falta de carreteras significó que las grandes catapultas eran imposibles de transportar. El comandante tenía que decidir qué tipo de catapulta era requerida, mientras que los ingenieros serían responsables de la construcción de ésta con los habitantes sitiados mirando.

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