Sentido práctico

En un discurso de 1947 ante la Cámara de los Comunes, Winston Churchill declaró: "La democracia es la peor forma de gobierno, con excepción de todas aquellas formas que han sido probadas de vez en cuando". Esta afirmación parece ser aún más válida si se aplica a la democracia indirecta, ya que es materialmente imposible tener todas las opciones a decidir en la boleta electoral, mientras que es perfectamente natural que los ciudadanos elijan como sus representantes a quienes son más hábiles en la política y la administración pública en comparación con ellos.

Politiquería

A pesar de lo práctico que pueda resultar la democracia indirecta, es frecuente que los políticos se guíen en sus decisiones no por los intereses de las personas a quienes representan o por las propuestas en base a las cuales puedan ser elegidos, sino por las encuestas que determinan su popularidad. Esto es una desventaja ya que no se puede saber mucho antes de las elecciones más importantes, porque los políticos carecen de coraje para tomar una postura en cuestiones vitales pero que pueden causar controversia.

Fatiga de los votantes

Cuando los padres fundadores de la democracia estadounidense o sus contrapartes en otros lugares (por ejemplo en Inglaterra o Francia) sentaron las bases para un sistema democrático indirecto, posiblemente no previeron que la mitad del electorado no tenía interés en votar. Los votantes son apáticos y están cansados ​​de la política, sobre todo si el candidato por el que votaron los decepciona, lo cual frecuentemente es el caso en muchas elecciones donde las promesas hechas por los políticos provocan grandes expectativas. Por lo tanto, la fatiga de los votantes es una desventaja de la democracia indirecta, a pesar de que también lo sea en cualquier sistema democrático.

Profesionalismo

No muchas personas son capaces de decidir si las tasas de interés deben aumentar o disminuir un cuarto de punto, o quién es la persona más adecuada, si el Sr. Smith o la Sra. Simpson, para convertirse en el próximo embajador en Honduras. La posibilidad de delegar las decisiones técnicas a los políticos es otra de las ventajas de la democracia indirecta, ya que las personas puede optar por profesionales altamente calificados, mientras que ellas pueden continuar con su trabajo diario, con la certeza de que el país va en la dirección correcta.