Castigo: severidad y contexto

La idea del castigo esta asociada fuertemente a la idea de rehabilitación cuando se emplea en niños, por ejemplo. Creemos que al proporcionar consecuencias negativas a los comportamientos desubicados se incentiva a eludir estos comportamientos, y el objetivo no es la revancha sino la rehabilitación de estos niños en la sociedad. La investigación psicológica publicada por W.J. y Henry S. Einstadter, "Criminological Theories: An Analysis of its Underlying Assumption" (Teorías criminológicas: Un análisis de sus asunciones básicas), muestran que el castigo leve, cuando es usado consistente e inmediatamente y en conjunción con refuerzos positivos del comportamiento deseable, constituye un método eficiente para modificar comportamientos no deseados. La misma investigación indica en cambio, que los castigos mas severos alientan la evasión, la alienación, y llevan a nueva agresión.

Palabras y realidades

El propósito de las prisiones generalmente es la rehabilitación. La palabra "penitenciaría" radica etimológicamente en "penitencia", sugiriendo la posibilidad de redención de quien ha sido privado de su libertad. En la práctica, de todas formas, esta teoría no siempre se cumple. Muchas prisiones exceden el límite de presos y son burocráticamente mal supervisadas por lo que gran cantidad de presos son abusados por guardias u otros presos. La opinión general que avala las duras condiciones se asocia a vendettas más que a castigos con fines correctivos. Al asumirse que el castigo debe ser retributivo, se abre paso al debate entre "castigo" y "rehabilitación", sus ventajas y desventajas. El castigo con fin correctivo puede llevar a una rehabilitación que proporcione educación, que trate los abusos, y que motive a la espiritualidad.

Dar el ejemplo

Uno de los argumentos a favor del castigo vengativo se centra no tanto en la persona castigada, sino mas bien en la importancia de dar el ejemplo a fin de desalentar el comportamiento similar de nuevos potenciales abusadores o criminales. La investigación de Anthony Schembri (del Departamento de Justicia Juvenil de Florida) sobre el programa "Scared Straight", desalienta este tipo de medidas en donde la gente es expuesta a las prisiones y prisioneros sin aceptarse del todo que sus consecuencias sean favorables. Este estudio ha demostrado que la exposición de la gente a las prisiones y prisioneros puede ser capaz, inclusive, de incrementar la tasa de criminalidad.

Empeorando el problema

Una refutación a este tipo de argumentaciones postula que cuanto mayor sea el castigo mayor será el grado de criminalidad que promocionará a la sociedad ya que las prisiones actúan de escuelas; y los prisioneros, de profesores de crimen. Esta antítesis sostiene que a largo plazo la sociedad deberá tolerar grandes costos y desventajas por los castigos retributivos ya que los criminales, una vez en libertad, retornarán a una vida de crimen y ofensas severas.