Cuáles son los peligros de las estufas y de los hornos a gas

Las estufas y hornos de gas suponen ciertos riesgos para los usuarios.

two gas stoves image by Christopher Walker from Fotolia.com

La mayoría de las familias cocinan en casa sobre una base regular. Estos individuos tienen la opción de utilizar estufas u hornos que funcionan con electricidad o que funcionan con gas. Si bien hay argumentos a favor y en contra de ambas opciones en términos de cómo la fuente de energía afecta a la cocina, existen consideraciones específicas de seguridad que se aplican sólo a las estufas y hornos que funcionan con gas. Algunos de estos peligros pueden ser obvios, pero otros son más sutiles.

Explosión

Como se muestra en el New York Times y en la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor, si una estufa u horno no tiene una buena ventilación, o si hay un problema con la línea de gas que se conecta al aparato, el gas puede acumularse y eventualmente explotar cuando el usuario enciende la estufa nuevamente. Incluso si los usuarios no están directamente cerca del aparato cuando éste explota, aún pueden verse gravemente heridos o incluso asesinados por los escombros. Por otra parte, si la estufa de gas está conectada a las tuberías de gas que se conectan a otras casas, la explosión no necesariamente se limitará a una sola casa. Según Gexcon.com, una explosión de gas se puede propagar a través de las líneas (un proceso conocido como BLEVEs o efecto dominó) y causar explosiones adicionales o incendios que causan la pérdida catastrófica de propiedades y de vidas. Los controles periódicos de las ventilaciones y de los conductos de gas evitará este problema.

Monóxido de carbono

Las estufas y los hornos de gas producen una cierta cantidad de monóxido de carbono a medida que se ejecutan. Normalmente, esto no es un problema, pero si una casa está sellada extremadamente bien, el monóxido de carbono no puede escapar del edificio. De acuerdo con la Oficina del Distrito de Columbia para el Asesor de Inquilinos, esto puede causar mareos, aturdimiento e incluso la muerte, porque la gente respira el monóxido de carbono tóxico y no puede obtener suficiente oxígeno. El problema es aún mayor porque el monóxido de carbono no tiene sabor, olor ni color. La instalación de un detector de monóxido de carbono minimiza este riesgo.

Distribución de gas

Las estufas y los hornos de gas dependen de puertos claros y abiertos para que funcionen correctamente. Si los orificios del quemador se obstruyen, el gas que se desplaza a través de las líneas y el equipo tiene que ir a alguna parte, así que el gas viaja a través de los puertos que están todavía abiertos. Como se ha indicado por Repairclinic.com, esto se traduce en una distribución muy desigual del gas y una patrón posterior irregular de una llama más impredecible. Esto puede aumentar el riesgo de quemaduras. Este problema es uno de los problemas más comunes con las estufas y los hornos de gas porque las partículas de comida caen en los puertos y los obstruyen lentamente con el tiempo. La forma más fácil de destapar los puertos es tomar el quemador y retirar la suciedad de cada conducto con un alambre, después de lo cual se puede lavar el quemador con jabón regular y agua.

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