Lijado

Raspa la superficie de la pintura satinada con un papel de lija de grano 80 adjunta a una lijadora orbital. No hagas presión fuerte en la lijadora, ya que puedes eliminar la pintura en lugar de rasparla. Trabaja con movimientos circulares, limpiando la superficie con un trapo de algodón húmedo entre las lijadas par exponer la superficie y eliminar el exceso de polvillo.

Limpieza

Limpia la pintura satinada con diluyente de pintura. Aplica el diluyente a un trapo de algodón y pásalo sobre la superficie de la pintura vieja. Esto ablandará las moléculas y ayudará a que la pintura vieja y la nueva se unan. Aplica solo una pequeña cantidad de diluyente, ya que si lo haces en exceso dañarás la pintura, lo que requerirá que debas eliminarla por completo.

Imprimación

Aplica dos capas de imprimador al aceite sobre la pintura satinada. Usa un imprimador específico para colocar sobre otras pinturas en lugar de para superficies nuevas. Esta clase de imprimador tiene agentes adhesivos especiales que ayudan a conectar las pinturas vieja y nueva. Si es posible, coloca el imprimador con un rociador. No obstante, si debes aplicarlo con pincel, hazlo con pinceladas parejas y suaves para evitar marcas. Cuando pintes sobre madera, lija ligeramente entre las capas de imprimador con papel de lija 120 para eliminar las marcas del pincel.

Pintura

Aplica tres capas de pintura al aceite sobre la superficie imprimada. Rocía la pintura si es posible. Esto elimina las imperfecciones de la superficie y acelera el proceso. Rocía con movimientos parejos, manteniendo la boquilla de 8 a 12 pulgadas (20 a 30 cm) de la superficie pintada. De otro modo, pinta con un rodillo de 12 pulgadas (30 cm). Alterna las direcciones de pintura para lograr máxima cobertura de la pintura satinada vieja. Deja secar una hora entre capas. Frota la superficie de la pintura seca entre capas con lana de acero número 000 para suavizar la superficie y mantener la unión entre cada capa.