Puedes transformar una simple tapa de vidrio de una mesa en una obra de arte al pintarla. Puedes hacerlo con pinturas a base de agua o aceite. Escoge de una amplia variedad de colores en ambos tipos de pintura, para combinar o contrastar con la decoración de la habitación. Crea un efecto brillante con pinturas de vidrio transparentes o píntala de una manera más tradicional utilizando tintes opacos.
Instrucciones

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Rocía el limpiador de vidrios en la tapa de la mesa. Seca la superficie con papel de periódico arrugado para remover polvo, suciedad o marcas de dedos. Luego frota el cristal para obtener un brillo claro y seco.
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Pídele a un amigo ayuda para levantar la tapa y separarla de la base de la mesa si interfieren con tu trabajo. Pon dos caballetes a una distancia corta para sostener la tapa de vidrio mientras pintas.
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Escoge un patron o imagen para pintar. Crea un diseño original a mano alzada o busca una imagen que puedas delinear. También puedes utilizar una plantilla como modelo para tu trabajo.
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Pon tu borrador o imagen en la parte de abajo de la tapa de vidrio con la cara del dibujo mirando para arriba a través del vidrio. Asegúralo con cinta de enmascarar. Si usas una plantilla fíjala en la parte de arriba de la tabla, con la misma cinta.
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Llena el diseño con el tipo y color de pinturas para vidrio que desees. Puedes encontrar estas y también los pinceles en tiendas artísticas. Utiliza pinceles finos para las líneas y pequeñas áreas. Utiliza más anchos para grandes áreas. Deja que se seque durante la noche.
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Quita la cinta de enmascarar cuidadosamente y remueve la imagen de la tapa de vidrio.
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Rocía la parte superior del vidrio con un acabado en aerosol para sellar la pintura. Deja que el acabado se seque durante la noche.
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Pon nuevamente la tabla de vidrio en su lugar. Aguarda otro día antes de poner cualquier objeto.