Cómo pintar una sala de estar que está al lado de la cocina

Los hogares con una cocina al lado de la sala de estar es un diseño común.

Digital Vision./Digital Vision/Getty Images

Una casa con una sala de estar unida a la cocina representa un diseño común para el hogar. Aunque esta construcción se hace para facilitar el acceso entre estas habitaciones, también hace que ambas pierdan un poco de su individualidad. Tu elección de la pintura para estas dos habitaciones ayudará a establecer la identidad de cada una. Sin embargo, a pesar de la elección de colores diferentes, se debe crear un vínculo visual entre las dos salas para evitar un efecto discordante.

Step 1

Elige un esquema de colores para las dos habitaciones. Elige colores que se complementen visualmente de alguna forma. Elegir rojo y amarillo crea una atmósfera alegre, mientras que azules y verdes ofrecen un entorno más tranquilo y abierto. Usarás los mismos colores en ambas habitaciones, pero de distintas formas. Además, elige un color neutral para usar en ambas.

Step 2

Elige el tipo de pintura. Si querrías esconder algún fallo de la pared, elige una pintura mate. Por otro lado, las pinturas brillantes o semibrillantes son más fáciles de limpiar con un trapo.

Step 3

Decide qué color será el color principal de cada habitación. Por ejemplo, si has elegido una combinación de azul y dorado, elige azul como el principal color para la sala de estar y el dorado para la cocina. El otro color será para dar detalles. En este caso, darás toques dorados en la sala de estar y azules en la cocina.

Step 4

Elige una pared como punto focal en cada habitación y píntala con el color principal que corresponda. Elige paredes opuestas que estén enfrentadas si quieres provocar un contraste visual.

Step 5

Pinta elementos como los armarios de la cocina o un nicho en la sala de estar con el color principal de la habitación también.

Step 6

Cubre el resto de las paredes de ambas habitaciones con el mismo color neutral.

Step 7

Agrega pintura a las zonas de borde como las repisas de las ventanas y las jambas de las puertas. No uses el color principal de la habitación para esto, sino el color principal de la otra, lo que funcionará como un toque de color. Por ejemplo, si el color principal de la cocina es el rojo, elige amarillo para los bordes; amarillo es, en este caso, el color principal de la sala de estar.

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