Cómo pintar paredes con textura

Cambia el aspecto de tu pared con textura, dándole un nuevo color.

Pintar las paredes de tu habitación es una de las maneras más económicas, rápidas y fáciles de cambiar el aspecto de tu habitación. Estas paredes sin embargo, requieren de atención especial cuando las pintas. Los rincones y grietas de una pared con textura son un desafío menor para el pintor, pero hay maneras de alcanzarlas. Este artículo te dará consejos sobre cómo pintar las paredes con texturas, así como algunas ideas alternativas para hacerlo.

Cómo pintar paredes con texturas

Step 1

Elige el tipo correcto de pintura. Una pintura semi brillante te dará una mejor cobertura, ya que no es absorbida tan fácilmente por la textura como una pintura mate. Los acabados semi brillantes también son más fáciles de limpiar.

Step 2

Prepara las superficies. Sellar una pared con textura es tan importante como sellar un muro sin ella. Enmascara cualquier superficie que desees proteger y cubre el área del piso con un pedazo de tela también. Mantén una escalera a la mano para alcanzar los lugares de difícil acceso.

Step 3

Elige las brochas correctas. Tendrás que comenzar con un pincel normal. Utiliza este pincel para recortar los bordes de las texturas; moviendo la brocha hacia atrás y hacia adelante mientras delineas, para asegurarte de llegar a todos los rincones y grietas pequeñas.

Step 4

A continuación, utiliza la brocha grande de pared en un patrón con forma de "X" o movimiento en diagonal hacia adelante y hacia atrás sobre la superficie, para lograr una cobertura buena y uniforme. Con movimientos diagonales te asegurarás de alcanzar las grietas, así como también crearás un patrón irregular que ocultará mejor los trazos. De igual forma puedes utilizar un rodillo para hacer esto, pero los rodillos tienden a deslizarse sobre las texturas de la pared, pasando por alto muchos de los rincones y proporcionando una cobertura desigual.

Step 5

Espera a que la pintura se seque y luego da un paso hacia atrás y busca las áreas que quedaron ligeras o que hayas dejado pasar por completo. Retócalas o aplica una segunda capa de pintura. Deja que la pintura se seque, retira la cinta de enmascarar con cuidado y ¡disfruta del nuevo color de tu pared!

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