Step 1

Comprueba el cable eléctrico entre el controlador y la manta. La manta está diseñada para ser desconectada de este cable para ser lavada o almacenada. El conector en la mayoría de las mantas está cerca de los pies de la cama. Puede ser que se haya desconectado o aflojado. Desenchúfalo y vuelve a conectarlo con firmeza para estar seguro de la conexión.

Step 2

Comprueba la conexión entre el controlador y la toma de corriente. Desenchúfala y luego vuelve a conectarla para asegurarte de que la conexión está correcta.

Step 3

Comprueba que el interruptor de circuito para la salida de la manta esté encendido y que esté completamente enchufado y que aún tenga corriente. También puedes desenchufar la manta y conectar una lámpara o algún otro dispositivo a la toma en su lugar para comprobar que la salida está funcionando normalmente.

Step 4

Mueve el controlador a la posición de "Apagado" y de nuevo a la posición de "Encendido". Si está recibiendo energía eléctrica, el controlador debe estar iluminado cuando está encendido.

Step 5

Restablece el temporizador automático. Muchas mantas eléctricas tienen un temporizador automático que apaga la manta después de 12 horas. Para hacerlo, gira el control a "Encendido", a continuación a "Apagado" y luego a "Encendido" una vez más, y muévelo a través de todos los niveles de calor.

Step 6

Coloca la manta a la configuración más alta. Espera al menos 30 minutos, y luego comprueba si la manta está caliente.

Step 7

Ponte en contacto con el fabricante para su reparación o reemplazo si la manta aún no se calienta. Dentro de una manta eléctrica no hay piezas que puedan repararse en casa.