Cómo preparar canolis

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Este popular pastelillo italiano se remonta a principios del siglo 1800 como un regalo hecho durante una celebración de carnaval en Sicilia. Hacia 1950, la popularidad de este delicado postre relleno de crema se extendió por Europa y Estados Unidos. Hoy en día, es el deleite de un sabor excepcional a lo largo de todo el mundo. Afortunadamente, los canolis caseros son igual de deliciosos que los que se consiguen en las pastelerías.

Cómo realizar la masa

Mezcla la harina, el azúcar, la manteca, el vinagre y el agua helada en el recipiente de la batidora eléctrica provista de un gancho para mezclas de masas. Revuelve a una velocidad media, deteniéndote ocasionalmente para raspar el recipiente, durante 8 a 10 minutos o hasta que la masa esté suave y relajada.

Coloca harina en la superficie donde estás trabajando y voltea la masa. Déjala reposar durante 10 minutos antes de darle la forma de un gran rectángulo, plegando y cubriéndola con envoltura plástica. Refrigera la masa por al menos 2 horas o hasta 24 horas antes de realizar el canoli.

Calienta el aceite para freír a 365 grados en una sartén o freidora profunda.

En una superficie enharinada, trabaja la masa a 1/8 de pulgada de grosor y córtala en círculos de 5 pulgadas. Enrolla los círculos de masa suavemente alrededor de los tubos para canoli y fríelos hasta que queden dorados y escamosos. Colócalos durante unos minutos en una rejilla para que se enfríen antes de torcer con delicadeza los tubos para removerlos. La mayor parte de ellos se desprenderá con facilidad.

Sepáralos en una rejilla por unos minutos para que se enfríen y luego tuerce con delicadeza los tubos para removerlos. La mayoría saldrá con facilidad.

Cómo preparar el queso y rellenar los canolis

Escurre el queso ricota en un colador o un tamizador. La ricota contiene un líquido extra que hará que tu relleno sea líquido si no la escurres.

Monta una batidora eléctrica con el accesorio para batir y coloca el queso ricota en un recipiente. Mezcla a velocidad media hasta que desaparezcan los grandes grumos. La ricota, por naturaleza, es un poco granulada, así que no te preocupes por eso.

Agrega el azúcar y mezcla hasta que quede homogéneo.

Utiliza una cuchara estrecha para rellenar cada canoli con la mezcla de la ricota. Una forma más sencilla para realizar esto es utilizar una manga de repostería provista de un tubo largo que se inserta en cada canoli mientras exprimes el relleno en el interior.

Rocía con azúcar impalpable, cacao o chocolate derretido si lo deseas.

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